VISITA ICÓNICA

Ozzy Osbourne en México: la historia detrás de su visita a Teotihuacán

En 1995, el ícono del metal posó en la Pirámide de la Luna, mira las imágenes que marcaron su paso por México

En 1995, el ícono del metal posó en la Pirámide de la Luna, mira las imágenes que marcaron su paso por MéxicoCréditos: Web
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La muerte de Ozzy Osbourne ha detonado una ola de homenajes que no solo recorren su carrera como pionero del heavy metal, sino también sus vínculos con México, particularmente una visita que, casi tres décadas después, sigue generando interés: su paso por Teotihuacán durante su gira Retirement Sucks Tour en 1995. El músico no solo ofreció conciertos multitudinarios en Monterrey y Ciudad de México, sino que protagonizó una sesión fotográfica que ha quedado inscrita en la memoria cultural del país.

Según reportes de Infobae, México formó parte del itinerario de Osbourne en el marco de dicha gira, previa al lanzamiento de su séptimo álbum de estudio, Ozzmosis. La primera fecha fue en Monterrey, en el Auditorio Coca Cola del parque Fundidora, donde más de 10 mil fanáticos presenciaron su retorno a los escenarios tras un periodo de inestabilidad personal.

Una visita histórica

Pero fue en la capital del país donde ocurrió uno de los momentos más insólitos y documentados de esa visita. Antes de presentarse en el Palacio de los Deportes, Ozzy se trasladó a la zona arqueológica de Teotihuacán para realizar una sesión de fotos bajo la lente del fotógrafo mexicano Fernando Aceves, quien también ha retratado a figuras como David Bowie, Madonna y Björk.

Las imágenes, tomadas en la Pirámide de la Luna, capturaron al músico en un entorno que contrastaba con su estética sombría, en diálogo visual con uno de los sitios más representativos de México. Aceves ha declarado que aquella sesión fue una de las más significativas de su carrera y que el propio Osbourne mostró un respeto notable por el sitio.

Las fotografías han circulado en exposiciones internacionales y medios especializados como una muestra de la conexión del artista con el patrimonio cultural mexicano. Años después, permanecen como testimonio de una visita que, lejos de lo anecdótico, adquirió tintes casi míticos entre sus seguidores.