Jennifer Aniston abrió su corazón recientemente en el podcast Armchair Expert, revelando las razones por las cuales nunca ha tenido interés en adoptar, a pesar de sus años de lucha con la fertilidad.
Lo que más llamó la atención fue su declaración: “I want my own DNA in a little person”, una frase que resume por qué, aunque algunas personas lo consideren “egoísta”, siempre sintió ese deseo biológico.
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La actriz de 56 años habló de sus más de veinte años intentando concebir, incluyendo tratamientos de fertilización in vitro, y de las emociones (frustración, esperanza, derrota) que vivió en ese proceso, mencionando que llegó un momento en que todo dejó de estar bajo su control.
Aniston confesó que la presión mediática y los rumores le afectaron profundamente, pues a menudo la acusaban de egoísta o de priorizar su carrera sobre la maternidad, sin saber lo que ella había vivido en privado.
La decisión de no adoptar no fue algo que surgiera de la noche a la mañana, ella explica que nunca estuvo en sus planes porque siempre deseó un vínculo genético directo con un hijo propio. Esa idea de “tener mi propio DNA” fue, para ella, una línea que no estaba dispuesta a cruzar, incluso cuando otros le sugerían que considerara adoptar.
Con el tiempo, Jennifer ha encontrado paz con esa realidad, a pesar de que reconoce lo doloroso que fue llegar al punto en el que los médicos le dijeron que ya no podría concebir, ella afirma que ahora hay un alivio en dejar de lado las expectativas de lo que pudo ser.
Expresó que esta decisión también respondió al deseo de ser honesta consigo misma, de alinearse con lo que realmente sentía en lugar de lo que algunos esperaban de ella social o mediáticamente.