POLÉMICA REAL

Las hijas del príncipe Andrew evitan aparecer en público tras la nueva controversia de su padre

El reciente distanciamiento de las princesas Beatriz y Eugenia del ojo público ha despertado nuevas especulaciones dentro de la realeza británica

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Las princesas Beatriz y Eugenia de York llamaron la atención al no presentarse en la gala “Pink Ball”, un exclusivo evento celebrado en el Museo Británico de Londres que reunió a la élite social y buscaba posicionarse como la versión británica de la Met Gala.

Aunque ambas figuraban en la lista de invitados, su ausencia fue evidente durante la velada. La decisión coincidió con un momento delicado para su padre, el príncipe Andrew, quien recientemente anunció que dejará de usar sus títulos de duque y otros honores reales.

El príncipe tomó esta decisión después de que volvieron a surgir críticas y recordatorios sobre su vínculo con el empresario Jeffrey Epstein, quien fue condenado por tráfico sexual de menores.

Andrew ha negado repetidamente cualquier participación en los delitos, pero las acusaciones y la controversia en torno a su amistad con Epstein han dañado su imagen y la de la familia real.

Desde que el caso se hizo público, el duque de York ha enfrentado un fuerte rechazo de la opinión pública. En 2022, fue apartado de sus funciones oficiales y perdió sus títulos militares honorarios.

Ahora, con su renuncia a los honores restantes, busca reducir la presión mediática que también ha alcanzado a sus hijas.

Fuentes cercanas al Palacio indicaron que Beatriz y Eugenia habrían decidido no asistir al evento para evitar que su presencia desviara la atención hacia la controversia que rodea a su padre.

También se cree que prefieren mantener un perfil bajo mientras la familia atraviesa un momento de tensión y escrutinio público.

Aunque ambas mantienen sus títulos reales, ya que los poseen por nacimiento, su papel dentro de la monarquía se ha vuelto más complejo desde que su padre fue apartado de la vida pública. Su ausencia en el “Pink Ball” refleja el esfuerzo de ambas por distanciarse de los escándalos y preservar su imagen frente al público británico.