La familia Hadid volvió a robar titulares, esta vez por un motivo muy especial. Alana Hadid, la hermana mayor de Gigi y Bella, contrajo matrimonio con el productor Ross Williams en una encantadora boda celebrada el 18 de octubre en la residencia de su padre, Mohamed Hadid, en Los Ángeles.
La ceremonia, al aire libre y de estilo relajado, reflejó la esencia personal y cultural de la novia, quien apostó por un ambiente íntimo, rodeada de su familia y amigos más cercanos.
Alana lució un elegante vestido vintage de Vivienne Westwood, seleccionado por Tab Vintage, con el que homenajeó su amor por las piezas con historia.
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Su anillo de compromiso, una amatista en corte “trillion-cut”, perteneció a la madre de su ahora esposo, quien lo eligió especialmente por su estilo clásico y sentimental.
Pero sin duda, quienes también se robaron la atención fueron Gigi y Bella Hadid, brillaron como damas de honor junto con su media hermana Marielle Hadid.
Las modelos deslumbraron con vestidos verde salvia de silueta fluida, combinando glamour y naturalidad. Ambas decidieron caminar descalzas, luciendo pedicura blanca, como parte del aire boho-chic de la boda.
El evento estuvo lleno de detalles personales, desde la música palestina “Ya Tal3een” durante la ceremonia, hasta bebidas y postres inspirados en la herencia cultural de la familia.
La recepción incluyó productos de marcas palestinas-americanas, como el café de “Mokafe” y refrescos de “Drink Palestina”, un toque que convirtió la celebración en un homenaje a las raíces del clan Hadid.
Lejos del exceso, la boda de Alana Hadid demostró que el estilo y la elegancia pueden convivir con lo íntimo y lo auténtico. Y aunque Gigi y Bella brillaron como pocas veces, en esta ocasión lo hicieron por y para su hermana mayor, acompañándola en el inicio de una nueva etapa llena de amor y significado.