Travis Kelce ha aceptado negociar un acuerdo prenupcial antes de su boda con Taylor Swift, una decisión que, según algunos medios especializados, ha sido recibida con emociones intensas por parte de la cantante, hasta llevarla al borde de las lágrimas.
La primera de estas cláusulas revela que Travis desea priorizar a su familia, se compromete a apoyar a Taylor en sus giras y proyectos musicales, y afirma que estaría dispuesto a reducir su propia carrera profesional para estar presente si tienen hijos. Su intención es ser un padre activo y comprometido.
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En segundo lugar, Kelce habría prometido no reclamar derechos sobre la música de Taylor, las cláusulas mencionan explícitamente que él respetará sus ingresos por derechos de autor y las ganancias derivadas de sus canciones, protegiendo su libertad creativa e independencia como artista.
La tercera condición es especialmente simbólica, Travis rechaza cualquier derecho a una pensión alimenticia millonaria en caso de separación, él no busca beneficiarse de la fortuna de Taylor, sino que su prioridad es su felicidad y estabilidad.
Este pacto prenupcial cobra aún más relevancia si se considera la enorme diferencia patrimonial entre ambos. Expertos legales han señalado que la firma de este tipo de acuerdos es casi inevitable cuando una pareja mediática con fortunas tan desiguales decide casarse, y que puede servir para proteger tanto los activos individuales como la privacidad.
Conociendo estas condiciones, el gesto de Kelce podría interpretarse como una declaración de respeto y seguridad hacia Taylor. Al proponer cláusulas que cuidan su carrera, su familia y sus finanzas, el jugador no solo protege su propia vida, sino que también demuestra un deseo auténtico de construir una relación basada en el amor y el apoyo mutuo.