Sophie Grégoire rompió el silencio sobre los rumores que rodean el nuevo romance de su expareja Justin Trudeau y Katy Perry. En su aparición reciente en el podcast Arlene Is Alone, la activista explicó que es “normal sentirse afectada” cuando un ex inicia una nueva relación.
Durante la conversación, Grégoire subrayó que su respuesta ante la situación es consciente y reflexiva: “Escucho la música en lugar del ruido”, dijo, refiriéndose a todo lo que genera mediáticamente el ex primer ministro. Reconoció que las circunstancias públicas pueden convertirse en detonantes emocionales, pero enfatizó que su reacción es un acto de autocuidado.
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Sophie reiteró que sentir decepción, tristeza o enojo es parte del proceso, y que huir de esas emociones puede ser perjudicial. “Sí, lloro, grito, río… pero después tomo la decisión de qué hago con eso”, mencionó al entrevistador, visiblemente sincera sobre su propia vulnerabilidad.
Por otro lado, Grégoire aclaró que, a pesar del contexto, su principal enfoque está en su familia, ella y Trudeau comparten la responsabilidad de sus tres hijos, Xavier (18), Ella-Grace (16) y Hadrien (11), y han decidido “alimentar juntos” la vida que construyeron, aunque sus caminos personales sean distintos.
La activista también apuntó al reto que representa vivir bajo el escrutinio público y mantener la propia integridad emocional, recordó que a los 50 años ha aprendido que las personas “se encuentran donde están por dentro” y que cada uno decide cómo dejar que una historia ajena influya en su felicidad.
Con estas declaraciones, Sophie Grégoire no solo aporta una mirada humana al debate mediático, sino que reafirma su postura como defensora del bienestar emocional. Su respuesta, pausada y consciente, se aleja del sensacionalismo y sitúa la conversación en torno a la autonomía personal y la transparencia, mostrándose sincera ante un tema que ha sido sumamente complicado para ella.