Después de más de treinta años al frente de la franquicia mexicana de Miss Universo, Lupita Jones cerró un capítulo importante en su carrera de manera abrupta.
Su salida, anunciada en noviembre de 2023, se dio en medio de una serie de cambios significativos dentro del certamen, que buscaban modernizar la competencia y hacerla más inclusiva.
Entre estas modificaciones se encontraban la participación de mujeres transgénero, embarazadas o con hijos, así como la eliminación de límites tradicionales relacionados con la edad o el estado civil.
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Estos cambios, aunque bien recibidos por algunos sectores, generaron tensiones entre Jones y la nueva administración de la marca, que buscaba implementar estas políticas de manera rápida y con un enfoque diferente al que ella había promovido durante décadas.
Durante años, Jones había sido reconocida por su firme liderazgo y por formar a las representantes mexicanas en concursos internacionales, posicionando a México como una potencia en certámenes de belleza.
Sin embargo, su postura crítica y su resistencia a aceptar ciertos cambios comenzaron a ponerla en conflicto con la organización, lo que eventualmente llevó a su destitución. En sus propias palabras, describió cómo vivió ese momento:
Me sacaron a la mala, sí fue muy corriente la forma en la que lo hicieron, pero bueno, yo sigo adelante.
Dejó claro que su remoción no respetó la trayectoria ni el compromiso que había mostrado a lo largo de más de tres décadas. A pesar de la salida forzada, Jones no dejó que la situación detuviera sus proyectos.
Inmediatamente después, se enfocó en consolidar su propia franquicia, Mexicana Universal, un espacio en el que mantiene su visión de los certámenes de belleza y donde puede seguir promoviendo los valores que considera fundamentales:
Después de que salí, me esmeré por generar mi propia marca que es Mexicana Universal.
Jones también reconoció que su postura crítica frente a los cambios en Miss Universo la convirtió en un blanco dentro de la organización, afectando la percepción que tenían de ella y su trabajo:
Eso fue de los temas que me empezaron a poner en la lupa para ser indeseable para la organización de Miss Universo, cuando empezaron a haber estos cambios, yo creo que fui la única que se atrevió a decir públicamente que no estaba de acuerdo.
Desde ese momento, la exdirectora aseguró que cada acción o comentario suyo estaba bajo escrutinio constante:
A partir de ahí me empezaron a poner en la mira de todo lo que yo hiciera o dijera.
Con estas declaraciones, Lupita Jones deja en claro que su salida no solo fue administrativa, sino una consecuencia directa de mantener su postura y principios frente a los cambios que no compartía.
Su historia refleja los retos de liderar un certamen de alto perfil y cómo la firmeza en la propia visión puede generar conflictos dentro de organizaciones tradicionales, pero también da pie a nuevas oportunidades de liderazgo y crecimiento personal.