La esperada listening party de Rosalía en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha generado más polémica de la prevista. El Ayuntamiento de Villanueva de Sijena solicitó formalmente la suspensión urgente del evento, argumentando que las vibraciones del sonido podrían dañar las pinturas murales del Monasterio de Sijena que actualmente se encuentran en una sala del museo.
El evento, programado para presentar el nuevo álbum de la artista, LUX, reúne a cientos de invitados en uno de los espacios más emblemáticos de Barcelona.
Sin embargo, la petición del municipio aragonés llegó apenas horas antes de la celebración, encendiendo el debate entre la protección del patrimonio cultural y la libertad de expresión artística.
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Según el escrito presentado por el ayuntamiento, los potentes equipos de sonido que se instalaron para la sesión podrían afectar la conservación de las obras, algunas de las cuales forman parte de un litigio judicial entre Aragón y Cataluña.
Por ello, se pidió que el evento no se realizara hasta que se cumpla la sentencia definitiva que ordena la devolución de las piezas a Sijena.
Hasta el momento, ni el MNAC ni el equipo de Rosalía han emitido declaraciones oficiales sobre la solicitud. De acuerdo con fuentes cercanas a la organización, la presentación se mantendría dentro de los límites de un acto privado y no incluiría un concierto en vivo con sonido elevado, lo que reduciría los riesgos señalados por el ayuntamiento.
Rosalía, que ha convertido cada lanzamiento musical en una experiencia artística inmersiva, eligió el MNAC como escenario para su regreso a la escena internacional. Aun con la controversia, su listening party promete ser uno de los eventos culturales más comentados del año en Barcelona.