La muerte de Ozzy Osbourne tomó por sorpresa al mundo del entretenimiento y a la escena del rock. El músico falleció a los 76 años después de sufrir un infarto en su casa durante la mañana del 22 de julio de 2025.
Aunque su salud ya estaba debilitada por problemas cardíacos y por el avance del Parkinson, su partida generó un impacto enorme entre colegas y seguidores que crecieron con su música.
Su fallecimiento marcó el cierre de una era dentro del rock y abrió un periodo de profundo dolor para su familia, que más tarde compartió cómo vivieron los últimos momentos junto a él.
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Sharon Osbourne compartió detalles de esos instantes y su testimonio volvió a conmover a sus seguidores. La empresaria recordó que esa mañana él la despertó antes de comenzar su rutina y le pidió que lo besara y lo abrazara con fuerza. Ese gesto se convirtió en la última muestra de cariño que compartieron.
Desde entonces Sharon ha confesado que no deja de preguntarse si debió abrazarlo más o decirle cuánto lo amaba con mayor intensidad. Esa sensación de culpa y nostalgia ha aflorado en varias de sus declaraciones públicas.
La pareja vivió días muy significativos antes de su muerte. Apenas semanas atrás Ozzy se presentó en Birmingham en un concierto de despedida que él insistió en realizar pese a las recomendaciones médicas.
Después del show le dijo a Sharon que no sabía que tanta gente lo quería y que se sentía más feliz que en siete años. Ese recuerdo se ha convertido en uno de los más valiosos para su familia.
La revelación de Sharon ha movilizado a miles de seguidores que han compartido mensajes de apoyo y homenajes a la trayectoria de Ozzy. Muchos describen la despedida como un momento profundamente humano que refleja el amor que los unió durante décadas.
Las redes se llenaron de mensajes que mezclan nostalgia con agradecimiento por su legado musical y por la sinceridad con la que su familia ha compartido su proceso de duelo.
Sharon continúa recibiendo muestras de cariño mientras recuerda a Ozzy como un compañero leal, un padre dedicado y una figura única dentro del rock. Su testimonio ha conectado de manera especial con quienes siguieron su historia durante años y reafirma el impacto emocional que el músico dejó en varias generaciones.