La actriz Ludwika Paleta sorprendió al hablar con total sinceridad sobre uno de los capítulos más significativos de su vida: su divorcio del actor Plutarco Haza. En una reciente entrevista, la estrella de telenovelas relató cómo la decisión de separarse marcó un punto de inflexión que más tarde consideró una verdadera “bendición”, pues le permitió crecer y encontrarse a sí misma tras años de incertidumbre interna.
Paleta, quien contrajo matrimonio con Haza en 1997 y con quien tuvo a su hijo Nicolás en 1999, reconoció que la relación llegó a su fin en 2008 después de más de una década juntos, período en el que enfrentaron dificultades personales y profesionales. Aunque el proceso fue doloroso, aseguró que esa etapa la llevó a replantearse su vida y prioridades.
La protagonista, de 46 años, utilizó una metáfora reveladora para explicar cómo se sintió al tomar la decisión de separarse, comparando la situación con una carga que finalmente decidió soltar: esa liberación, dijo, le permitió descubrir “un mundo que no se imaginaba” y experimentar otras facetas de su vida que había postergado.
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Paleta no negó que el matrimonio le dejó cosas valiosas, entre ellas a su hijo, a quien describió como “una de las cosas más preciadas” que surgieron de esa etapa, sin embargo, subrayó que también necesitaba vivir otras experiencias, conocerse fuera de ese vínculo y explorar nuevas oportunidades personales y profesionales.
Además, Ludwika ha reflexionado en otras ocasiones sobre su juventud y cómo fue crecer bajo el lente público, desde telenovelas infantiles como Carrusel hasta convertirse en una figura consolidada del entretenimiento mexicano. Esta trayectoria le enseñó, dijo, que no hay una sola ruta hacia la plenitud y que el cambio puede ser una fuerza transformadora.
Tras su divorcio, Paleta reconstruyó su vida sentimental y familiar, consolidando una relación con Emiliano Salinas, con quien se casó en 2013 y tiene dos hijos más. Su testimonio actual refleja satisfacción con el camino recorrido y con las lecciones aprendidas, destacando que ese momento de su vida fue crucial para su desarrollo como mujer y artista.