El caso de Paulette Gebara Farah, que conmocionó a México en 2010, vuelve a colocarse en el centro de la conversación pública.
Esta vez, no por nuevos hallazgos relacionados con la investigación, sino por una demanda legal interpuesta por su madre, Lizette Farah, contra Netflix, a raíz de la serie Historia de un crimen: La búsqueda.
De acuerdo con información difundida recientemente, Lizette Farah inició acciones legales tanto contra la plataforma de streaming como contra la productora Dinamo, al considerar que la serie utilizó su nombre, imagen e historia personal sin autorización, lo que le habría ocasionado un daño moral significativo.
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En la demanda, sostiene que no es una figura pública y que la producción reavivó una tragedia que impactó profundamente su vida personal, familiar y profesional.
Según su defensa legal, la emisión de la serie provocó hostigamiento en redes sociales, mensajes agresivos y rechazo social, además de afectaciones emocionales y laborales.
Farah asegura que la forma en la que fue representada la expuso nuevamente al juicio público, revictimizándola años después de la muerte de su hija.
La demanda se sigue por dos vías, una civil por daño moral y otra relacionada con el uso indebido de imagen y datos personales. Entre las peticiones destaca la posibilidad de una reparación económica, que podría incluir un porcentaje de las ganancias generadas por la serie, conforme a lo que permite la legislación mexicana en este tipo de casos.
Hasta el momento, Netflix y la productora no han emitido un posicionamiento oficial sobre la demanda. Mientras tanto, el caso vuelve a abrir el debate sobre los límites entre la libertad creativa, el derecho a la información y la protección de la privacidad de las personas involucradas en hechos que marcaron a la opinión pública.