Este viernes 5 de diciembre se llevó a cabo la primera audiencia en la Sala de Oralidad 7 del fuero penal en la Ciudad de México, correspondiente a la denuncia por presunto acoso sexual que Jessica Bustos interpuso contra los comediantes Ricardo Pérez, José Luis Slobotzky e Iván Mendoza, integrantes del popular podcast "La Cotorrisa".
Al salir de la audiencia, Bustos declaró ante la prensa que el proceso fue suspendido ese día, pero que confía en la justicia: “ya se están haciendo valer mis derechos”, declaró, además reveló que recibió apoyo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), la cual le otorgó medidas de protección ya que tanto ella como su familia han recibido amenazas de muerte desde que inició el caso.
Jessica enfatizó que estas amenazas no quedarán impunes y que seguirá en el proceso legal hasta que se haga justicia, asegurando que su objetivo no es lucrar, sino hacer valer su dignidad y la de su familia.
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Por su parte, al salir de la audiencia, Ricardo Pérez y Slobotzky optaron por mantenerse en silencio, solamente uno de ellos afirmó sentirse “tranquilo porque estamos en buenas manos”, sin ofrecer más detalles sobre su defensa.
El caso ha reavivado el debate público sobre los límites del humor y la responsabilidad de los creadores de contenido, especialmente cuando sus comentarios pueden afectar la integridad de las personas. En este contexto, la postura firme de Bustos cobra relevancia: subraya cómo una denuncia puede trascender la comedia y evidenciar la necesidad de respeto en espacios públicos.
La siguiente audiencia aún no tiene fecha definida, pero el rumbo judicial ya ha comenzado. Si el proceso continúa conforme a lo establecido, este caso podría marcar un precedente respecto a denuncias por acoso sexual mediático en México y definir responsabilidades en el ámbito del entretenimiento digital.