ANIMALES

¿De ave a gatito?; gaviota maúlla frente a máquina para conseguir comida y se vuelve viral

Una gaviota dejó a todos con la boca abierta tras mostrar una extraña forma de conseguir comida de una máquina expendedora diseñada para gatos

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A lo largo de los años, hemos visto que todos los seres vivos tienen la increíble capacidad de adaptarse para sobrevivir y seguir adelante. Esta habilidad para ajustarse a su entorno es clave en la evolución, ya que gracias a la selección natural, los que mejor se adaptan tienen más posibilidades de continuar con su especie.

Un ejemplo de esta maravillosa evolución es lo que varios ciudadanos captaron en un video que rápidamente se hizo viral, ya que demuestra que el hambre puede ser un gran aliado de la adaptación.

¡Ni los gatos lo vieron venir!

En Estambul, Turquía, conocida como la “capital gatuna”, los gatos no solo forman parte del paisaje urbano, sino también del corazón cultural del país. Lejos de ser una molestia, estos felinos conviven de forma natural con residentes y turistas, siendo parte esencial de la vida cotidiana.

Tal es su importancia, que alimentarlos se ha convertido en una acción común y valorada, al punto de que el gobierno ha implementado programas especiales para su bienestar. Uno de ellos incluye la instalación de máquinas expendedoras que les proporcionan comida y agua, pero con una peculiaridad: su funcionamiento requiere que una persona inserte dinero o, en un esfuerzo por fomentar el reciclaje, una botella de plástico. Es una iniciativa que no solo beneficia a los animales, sino también al medio ambiente.

En uno de los videos que rápidamente se volvió viral, se puede ver a una gaviota caminando por la banqueta, hasta detenerse frente a una de estas máquinas. ¿Lo curioso? El ave comenzó a emitir un sonido muy peculiar: ¡empezó a maullar! Todo indica que este comportamiento fue aprendido, ya que las gaviotas suelen frecuentar las mismas zonas que los gatos, por lo que es posible que haya asociado ese sonido con la obtención de comida de parte de los humanos.

Al notar la presencia del transeúnte que la grababa, la gaviota intensificó sus maullidos, como si supiera que ese era el truco para conseguir alimento. Este insólito comportamiento no solo refleja una gran capacidad de adaptación, sino también un aprendizaje evidente, aprovechando los hábitos humanos para beneficiarse de ellos.