Una tormenta se cierne sobre la impecable trayectoria de Alejandro Sanz. Ivet Playà, una joven que se presenta como fan, ha lanzado graves acusaciones de "abuso de poder" contra el artista, revelando detalles de una relación íntima que, según ella, fue iniciada por el propio Sanz a través de redes sociales. La joven ha puesto énfasis en la marcada diferencia de edad que existía al inicio de su encuentro en persona: ella tenía 18 años, mientras que el cantante contaba con 49 años.
Playà ha declarado sentirse "engañada, utilizada, humillada e incluso sucia" debido a la situación, y ha añadido una preocupante revelación: sus conversaciones con el artista, supuestamente privadas, podían ser leídas por otras personas. Esta situación ha generado un profundo debate en el espectáculo sobre la dinámica de poder en las relaciones entre figuras públicas y sus seguidores.
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Ante la gravedad de las acusaciones, Alejandro Sanz decidió no guardar silencio. A través de sus historias de Instagram, el cantante ofreció su versión de los hechos, defendiendo la naturaleza de la relación.
Tengo un recuerdo muy bonito de nuestra relación", afirmó Sanz, añadiendo que se trató de "personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres.
El artista español sugirió que la situación se tensó después de que él rechazara una propuesta de negocios que Ivet Playà le hizo en mayo de 2025. Sanz fue enfático al negar haber participado en las prácticas descritas por la joven y concluyó su mensaje deseándole lo mejor, en un intento por salvaguardar su reputación.