El rugido de los motores no se escuchó desde Silverstone ni Mónaco, sino desde el corazón de Nueva York, cuando Times Square dejó de ser una vitrina luminosa para convertirse en una pista de alto voltaje. El motivo: la premiere mundial de F1: La película, una de las cintas más esperadas del año, protagonizada por Brad Pitt bajo la dirección del talentoso Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick).
En un acto sin precedentes, las luces neoyorquinas sirvieron como escenario para una alfombra roja poblada de leyendas del cine y la Fórmula 1 real, pues entre los invitados brillaron nombres como Lewis Hamilton, quien es también productor de la cinta y deslumbró con un traje Dior, además de nombres como Carlos Sainz, Lando Norris y Franco Colapinto, quienes convivieron con actores como Javier Bardem y Damson Idris, completando un elenco donde la ficción y la realidad cruzan la misma línea de salida.
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La historia gira en torno a Sonny Hayes (Pitt), un piloto estelar de los años 90 que, tras un accidente devastador, abandona la pista. Treinta años después, el dueño del equipo APXGP interpretado por Bardem, le ofrece una segunda oportunidad para enfrentarse a la nueva sangre del campeonato: el carismático y competitivo Joshua Pearce (Idris).
Lo notable de esta producción es su realismo técnico. La película fue rodada durante fines de semana de carrera en varios circuitos oficiales, incluyendo Silverstone, Hungaroring y Spa, con autos reales, telemetría auténtica y hasta un garaje completo en el pit lane. Lewis Hamilton, productor ejecutivo del filme, trabajó de cerca con Kosinski para garantizar que ningún detalle estuviera fuera de lugar.
Además, el proyecto marca la primera vez que una película ha tenido acceso sin precedentes dentro del paddock oficial de la F1, algo que ni siquiera los documentales han logrado con tanta libertad. Incluso, se utilizaron cámaras especialmente desarrolladas para colocar dentro de los monoplazas durante las filmaciones.
Entre los datos curiosos que han circulado desde su estreno destaca que Brad Pitt pasó más de cuatro meses entrenando con simuladores y que se usaron vehículos modificados de F2 para lograr el aspecto visual de los monoplazas ficticios del equipo APXGP.