Finalmente tras semanas de rumores de ruptura, Katy Perry y Orlando Bloom dieron por terminada su relación de casi una década, con una confirmación que llegó a través de un comunicado enviado a US Weekly y replicado por medios como People y Variety, en el que la pareja subraya que seguirá “siendo vista junta como familia”, pues la prioridad absoluta será la crianza compartida de Daisy Dove, nacida en agosto de 2020.
Y es que luego de semanas de señales como la del actor asistiendo solo a la fastuosa boda de Jeff Bezos en Mallorca y la cantante dejando escapar lágrimas en pleno escenario durante su Lifetime Tour, las conjeturas finalmente encontraron su respuesta oficial.
Aunque la decisión se habría concretado un mes atrás, fuentes citadas por Entertainment Tonight señalan que la ruptura se gestó “sin conflictos ni terceros” y con la convicción de evitar un divorcio que, para la cantante, evocaba el doloroso recuerdo de su separación de Russell Brand (2012).
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Por su parte, Bloom venía dando mensajes con reflexiones nostálgicas en Instagram, donde citó a Carl Jung para hablar de soledad y resiliencia.
La pareja se conoció en un after-party de los Golden Globes 2016 y oficializó su romance pocos meses después, con una foto tomada en el Festival de Cannes. No obstante, la relación siempre navegó en aguas intermitentes pues en 2017 anunciaron una “pausa cariñosa” para crecer en lo personal y profesional, retomando la historia a finales de 2018.
Posteriormente el 14 de febrero de 2019, Orlando sorprendió a Katy con un anillo en forma de flor rosada, gesto que confirmaba el compromiso. La pandemia retrasó los planes nupciales, pero no la llegada de su hija, cuya primera imagen publicada a través de UNICEF, organización de la que ambos son embajadores, arrasó en redes sociales y reforzó su imagen de familia moderna.
Según Us Weekly, ambos mantendrán residencias cercanas en Montecito para facilitar tiempos equitativos con Daisy. Katy, inmersa en la fase europea de su gira, planea un breve tiempo para acompañar la adaptación de su hija, mientras Orlando rueda la secuela de Gran Turismo y promueve su docuserie ambiental con el programa de la ONU.