Hay quienes brillan en las telenovelas, quienes encuentran su lugar en el teatro o el cine nacional...y luego está Salma Hayek, una mexicana con fuerza creativa y empresarial que transformó su carrera más allá de los límites de la industria nacional, posicionándose como una de las latinas más ricas del mundo.
Con una fortuna estimada en más de 200 millones de dólares, según el sitio especializado Celebrity Net Worth, Salma ha trascendido los títulos de actriz y productora para consolidarse como una verdadera figura global del entretenimiento.
Originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, su primer gran salto ocurrió cuando abandonó los foros de telenovelas en México para probar suerte en Estados Unidos. Aunque enfrentó discriminación y escepticismo, su perseverancia la llevó a formar parte de proyectos clave que marcaron su carrera.
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Uno de los más memorables fue su interpretación de Frida Kahlo en la película Frida (2002), que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz. Pero ya desde antes, su presencia en filmes como Pistolero (1995) y Del Crepúsculo al Amanecer (1996) comenzaba a abrirle paso en una industria que entonces ofrecía pocos espacios para latinas.
Además de la actuación, Hayek se consolidó como productora ejecutiva de proyectos como Ugly Betty (versión estadounidense de Yo soy Betty, la fea), serie que se convirtió en un fenómeno global, además de participar en franquicias taquilleras como Grown Ups, The Hitman’s Wife’s Bodyguard y Eternals, donde compartió créditos con estrellas de talla mundial.
Más allá de la pantalla, Salma ha diversificado sus ingresos con inversiones, colaboraciones comerciales y su matrimonio con el empresario francés François-Henri Pinault, CEO del conglomerado Kering, propietario de marcas como Gucci, Balenciaga y Saint Laurent. Sin embargo, es importante aclarar que su fortuna personal está separada del patrimonio de su esposo, y se atribuye principalmente a sus propios negocios y trayectoria artística.
Hoy, a sus 57 años, Salma Hayek no solo sigue activa como actriz, sino que también se ha convertido en un símbolo de empoderamiento femenino y una voz que representa con orgullo sus raíces mexicanas en el escenario internacional.