En la tercera temporada de La Casa de los Famosos México, un nombre ha logrado destacarse no por estridencias, sino por humanidad: José Luis Rodríguez, mejor conocido como El Guana.
A sus 38 años, este actor originario de Celaya, Guanajuato, ha construido una trayectoria artística sólida en teatro musical participando en obras como 'La obra que sale mal', 'Jesucristo Superestrella', 'Chicago' y 'El violinista en el tejado' y en televisión con apariciones memorables en 'Me caigo de risa', 'Una familia de diez' y 'Pacto de silencio'.
Su ingreso al reality fue tan auténtico como su humor: reveló que confrontarse le cuesta y que incluso se preparó mentalmente con terapia semanal antes de entrar a la casa.
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Esa apuesta por cuidar su salud emocional en un entorno competitivo y emocionalmente extremo ha sido reconocida por los fans y medios como un acto de valentía poco común en el espectáculo.
Además, su llegada no pasó desapercibida: en su debut, sorprendió al aparecer en tanga rosa tras quitarse una gabardina, generando memes y reacciones virales.
Sin trucos, sin poses, El Guana apostó por la naturalidad y el ingenio. También ha compartido momentos íntimos cargados de honestidad: desde una dolorosa traición amorosa hasta promesas simbólicas como apoyar albergues de animales para ganarse votos en su primera nominación, donde fue el primer salvado de la Gala.
Su mezcla de carisma, humildad y sensibilidad lo ha convertido, más que en un concursante, en un referente de empatía televisiva, quien regresó a la casa en un festejo atípico, pues los habitantes de ambos cuartos dejaron sus diferencias de lado y celebraron su salvación.