En las calles tranquilas de Richmond, Virginia, la mañana del 2 de agosto se convirtió en una tragedia que dejó a toda una comunidad artística sumida en el luto. Adam Turck, actor de 35 años y figura central del teatro local, fue asesinado mientras paseaba a su perro, tras intervenir para proteger a una mujer en medio de una disputa doméstica.
Eran cerca de las diez de la mañana cuando, según el Departamento de Policía de Richmond, Turck presenció a un joven de 19 años discutiendo violentamente con una mujer en la acera de East Grace Street. Movido por un instinto de justicia y valentía, decidió intervenir.
El agresor le disparó antes de atentar contra su propia vida. Ambos hombres fueron hallados gravemente heridos; Turck fue trasladado con vida al hospital y mantenido con soporte vital para cumplir uno de sus últimos deseos: donar sus órganos.
Te podría interesar
Originario del condado de Bucks, Pensilvania, Adam se estableció en Richmond hace casi una década, donde se convirtió en un referente del teatro independiente, incluso antes de su muerte, se preparaba para interpretar un rol principal en Drácula: Una comedia de horrores con los Richmond Triangle Players.
Ganó el premio al Mejor Actor en los Richmond Theatre Community Circle Awards de 2018 por su papel en Hand to God, formó parte de la histórica compañía itinerante National Players del Teatro Olney y encarnó papeles memorables en producciones como Smoke del Cadence Theatre.
Más allá de los reflectores, Turck era un activista social y un apasionado del fitness. Entrenaba en el gimnasio local Tequila & Deadlifts, donde inspiraba a otros a superarse, mientras su muerte ha sido calificada por sus amigos y colegas como un acto heroico.