La tercera semifinal del concurso “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” se celebró este domingo 31 de agosto, con la participación de ocho talentos provenientes de la región Oeste de Estados Unidos, específicamente de ciudades como Los Ángeles, Fresno y San Bernardino.
Todos y cada uno de los intérpretes presentaron una composición original con mensajes de esperanza, paz y resiliencia, reflejando la esencia del certamen impulsado por la Secretaría de Cultura y el Consejo Mexicano de la Música.
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El jurado, integrado por reconocidos nombres de la industria como Mónica Vélez, Regina Orozco, América Sierra y el ganador del Grammy Latino Luciano Luna, resaltaron la autenticidad y la carga emocional de los temas presentados. Entre los concursantes se escucharon piezas como “Ni diabla ni santa” de Janine Rivera y “Empezar”, del dúo femenino Asália y Norma, que rápidamente se convirtió en la favorita de la noche.
Finalmente, fueron precisamente ellas dos, oriundas de San Bernardino, California, quienes se alzaron como las grandes ganadoras, su tema “Empezar” conmovió al público y a los jueces por su honestidad y frescura, logrando el pase directo a la gran final. Con su triunfo, se suman a los semifinalistas ya seleccionados de otras regiones, consolidando una final que promete un mosaico cultural y musical.
El ambiente de fiesta no solo estuvo marcado por los concursantes, el público pudo disfrutar de la presentación especial de La Arrolladora Banda El Limón, que interpretó temas como “Aquí hay para llevar” y “Aunque tiren hate”, además, el Colectivo Legado de Grandeza, conformado por 18 músicos, puso la nota emotiva con “Himno migrante”, un tema que rinde homenaje a las historias de lucha e identidad de los mexicanos en el extranjero.
De acuerdo con información oficial de la Secretaría de Cultura, el concurso busca no solo descubrir nuevos talentos musicales, sino también generar conciencia social, transmitiendo mensajes positivos a las juventudes frente a la violencia y las adicciones. En palabras de los organizadores, cada semifinal se ha convertido en un espacio de encuentro entre culturas y un recordatorio del poder transformador de la música.
El formato contempla un total de ocho semifinales, de las cuales ya se han llevado a cabo tres, con representantes de distintas regiones tanto en México como en Estados Unidos. La gran final está programada para el 5 de octubre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en la Ciudad de México, donde se reunirán los finalistas para competir por el primer lugar del certamen.
Con esto, “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” reafirma su papel como un concurso musical con causa, donde más allá de la competencia, el objetivo principal es generar un mensaje de paz, con música en donde no exista apología a la violencia, resaltando la creatividad de la juventud estadounidense y mexicana. La victoria de Asália y Norma no solo representa un triunfo artístico, sino también la voz de una generación que busca transformar realidades con letras y melodías.