Aunque durante siglos el maquillaje ha sido símbolo de expresión personal y estética, investigaciones recientes advierten que también podría estar moldeando cómo se interpreta la disposición al cortejo. Un estudio dirigido por la investigadora Carlota Batres del Franklin and Marshall College, encontró que tanto hombres como mujeres tienden a asociar el uso de maquillaje con una mayor sociosexualidad, es decir, con una supuesta apertura a relaciones sin compromiso, pero, ¿es esto cierto o solo un sesgo perceptivo? Te contamos lo que revela la ciencia.
¿Maquillarse implica mostrar interés romántico?
El equipo de Batres concluyó que mujeres con maquillaje eran vistas como más disponibles sexual y románticamente que aquellas sin él, no obstante, esta percepción no se correlacionó con la realidad: al preguntar a las propias mujeres sobre su disposición a relaciones casuales, el nivel de maquillaje no coincidía con su respuesta.
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Esto implica que usar maquillaje no refleja intenciones afectivas o sexuales, sino que es más bien una práctica estética interpretada por otros a través de estereotipos.
¿Por qué cambia la conducta social frente al maquillaje?
Varios estudios han observado que el maquillaje puede modificar no solo la percepción, sino también la conducta de los demás, un ejemplo citado por Batres muestra que las meseras maquilladas reciben más propinas de hombres, lo que apunta a que el atractivo percibido se traduce en beneficios sociales o económicos. Asimismo, un estudio de campo en bares reveló que los hombres se acercan con mayor frecuencia a mujeres maquilladas, interpretando erróneamente el uso de cosméticos como una señal de disponibilidad.
Si bien el maquillaje puede potenciar rasgos que algunos consideran atractivos, como labios más definidos o una piel uniforme, no debe confundirse con una invitación romántica o sexual. Tal como concluye la investigación, es necesario abandonar las lecturas simplistas sobre el cuerpo o las decisiones estéticas y, en cambio, poner el foco en factores profundos como la comunicación, el consentimiento y la compatibilidad emocional.