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El animal print confirma su reinvención en 2025: más allá de la ropa y los accesorios, esta tendencia se apodera del nail art, convirtiéndose en la apuesta perfecta para quienes buscan diseños audaces, modernos y cargados de personalidad, inspiradas en la fuerza visual de estampados como la cebra, la serpiente o el leopardo, las uñas de animal print combinan originalidad con elegancia, adaptándose a estilos clásicos o vanguardistas.
De acuerdo con Andrea Columba, el secreto de este trend está en su versatilidad, ya sea con patrones minimalistas o mezclando varios prints en una sola mano, el resultado es siempre un manicure llamativo que eleva cualquier outfit.
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Cómo llevar el animal print en tus uñas sin perder sofisticación:
- Snake nails con punta almendrada: El estampado de serpiente es uno de los favoritos. Celebridades como Kylie Jenner han popularizado este diseño, que destaca tonos arena y siluetas almendradas para estilizar la mano. Ideal si quieres un toque exótico pero refinado.
- Francesa cebra: La clásica francesa se reinventa con patrones en blanco y negro que recuerdan la piel de la cebra. Este estilo, además de alargar visualmente los dedos, añade un giro inesperado y moderno.
- Cow nails para uñas cortas: Para quienes prefieren un manicure discreto, las cow nails combinan las icónicas manchas de vaca con esmaltes nude, logrando un balance perfecto entre lo divertido y lo elegante.
- Animal print aleatorio: Si buscas algo fácil de adaptar a tu look de oficina, opta por diseños dispersos: aplica el print en solo dos uñas de cada mano y complementa el resto con tonos claros y brillantes. Resultado: originalidad sin exceso.
- Carey estilo leopardo: Las uñas carey, inspiradas en el caparazón de tortuga, se fusionan con el print de leopardo. Marrones, negros y destellos dorados dan vida a un diseño cálido y versátil, perfecto para outfits neutros.
- Mix and match, la versión más creativa: Si eres de las que disfrutan romper moldes, combina varios estampados en un solo manicure: mezcla cebra, leopardo y pitón. El truco está en equilibrar colores y formas para que cada uña cuente su propia historia sin saturar.