Con la llegada del otoño, la clave para vestir bien está en elegir piezas que equilibren calidez, estilo y practicidad. Construir un guardarropa con básicos otoñales permite enfrentar días fríos, lluviosos o templados sin sacrificar elegancia ni confort. Los especialistas en moda coinciden en que invertir en textiles de calidad y cortes que permitan capas es fundamental para adaptar los looks al clima cambiante.
Una pieza infaltable es el trench coat o gabardina clásica, preferiblemente en tonos neutros como beige, camel o negro, ideal para lluvias ligeras y tardes frescas, esenciales por su versatilidad, pues se pueden usar con pantalones, vestidos o jeans. Otro básico consiste en suéteres gruesos de punto o de lana merino; los tejidos con textura gruesa como los chunky knits se han posicionado como imprescindibles esta temporada.
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Los jeans de lavado oscuro o pantalones rectos también son básicos de otoño, estos ofrecen elegancia instantánea y combinan con botas, camisetas térmicas o blusas. Añadir un blazer, ya sea clásico u oversize, proporciona estructura y estilo, permitiendo transiciones suaves entre looks casuales y más formales.
Las camisas de botones (oversize o ajustadas según el gusto) son otro elemento clave. Se pueden usar solas o como capa intermedia, aportando versatilidad al atuendo, siendo una prenda esencial, ideal en blanco o negro, ya que estos tonos neutros permiten múltiples combinaciones. También los vestidos suéter o midi dress de punto se recomiendan como pieza cómoda que mantiene abrigadas sin dejar de lucir femeninas.
En cuanto al calzado, los botines tipo ankle boots o botas vaqueras son primordiales, su tacón medio o diseño plano funciona bien porque permite caminar cómodamente, soportar días lluviosos y combina con faldas largas, jeans o vestidos. Complementar con accesorios como cinturones en cuero neutro, bufandas de punto y bolsos con textura, añade personalidad sin complicar el look.
Finalmente, los detalles internos otoñales, camisetas manga larga básicas, pañuelos livianos, calcetines gruesos y prendas interiores térmicas. Estas prendas funcionan como la base que permite sumar o restar capas sin dejar de lucir bien. Con estos elementos, cualquier guardarropa se vuelve funcional, elegante y preparado para los caprichos del otoño sin gastar de más ni perder estilo.