Hoy en la celebración de Día de Muertos nos acompañan dos personalidades que disfrutan de la tradición y cultura de esta festividad, Mariana Rendón y Alejandra Puente Alderete.
En una elegante sesión a cargo del artista visual Raúl Romero Sifuentes, las modelos fitness hicieron su interpretación de la Catrina en el área de la biblioteca de Estación Palabra.
Ataviadas con diseños confeccionados por ellas mismas, Mariana y Ale lucieron esplendorosas al encarnar al personaje creado por el grabador mexicano José Guadalupe Posada, pues con la tradicional flor de cempasúchil y elegantes vestidos negros deslumbraron a su paso.
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“Esta fecha para mí representa mucha felicidad, ya que en nuestras creencias nuestros familiares ya fallecidos regresan a visitarnos y nosotros los esperamos con cantos, comidas, anécdotas y felices de recibirlos, cada año”, expresa Mariana Rendón.
En estas fechas en que los altares de muertos se montan ofrendas como lo marca la tradición también se visitan los panteones y hasta se degusta de los platillos mexicanos como el pan de muerto siendo una festividad orgullosamente mexicana.
“Para mí, el Día de Muertos es una forma muy bonita de sentir cerca a quienes ya no están. No se trata solo de recordar, sino de volver a compartir con ellos, aunque sea por un momento. Es una manera de decirles que los seguimos queriendo y que nunca se fueron del todo”, menciona Alejandra Puente Alderete.
Sin duda, la celebración del Día de Muertos trasciende a nivel mundial por la cultura y significado ancestral, para esta sesión el fotógrafo Raúl Romero Sifuentes, quien lleva 12 años realizando sesiones de Catrinas, es una fecha muy especial.
“Llevo 12 años maquillando y fotografiando Catrinas, caminando con mi cámara entre las calles de Nuevo Laredo y distintos lugares de Tamaulipas, donde la vida y la muerte se toman de la mano sin miedo. Lo que me atrae del Día de Muertos es su elegancia espiritual. Es el recordatorio de que los que amamos nunca se van del todo, solo se vuelven luz, memoria y flor de cempasúchil.
"Cuando maquillo una catrina no solo transformo un rostro. Doy vida a un personaje que honra a nuestros antepasados, que celebra nuestra identidad y que se viste con la tradición más mexicana que existe. Cada pincelada es un mensaje para el futuro: que esta cultura no debe olvidarse, que llevar nuestras raíces con orgullo siempre será nuestra mejor obra”, agregó el profesional de la lente Raúl Romero Sifuentes.
Fotografiar catrinas es guardar almas en una imagen, es capturar ese instante en que lo eterno se asoma y sonríe.