Practicar yoga nos ayuda mucho a mantener la salud de nuestro cuerpo y mente, es por eso que acudimos a una de las clases de la yogui Alicia Flores, quien es fundadora de Yoga Holistic y creadora de experiencias holísticas, facilitadora de espacios sagrados para que reconectar con el interior.
A través del yoga, Alicia Flores realiza círculos de mujeres, talleres, ceremonias, sonoterapia para mejorar el equilibrio, la expansión y la armonía en la vida, en una interesante charla la instructora nos comenta como podemos iniciarnos en esta práctica que nació hace 4 mil años en la India.
¿Cómo decidiste compartir yoga y por qué lo llamas yoga holístico?
"Para mí el Yoga Holístico no es solo una clase física… es una experiencia para reconectarnos con nuestro cuerpo, con nuestra energía y con el alma. Fue el reflejo de mi propio proceso de transformación. En octubre de 2024 decidí dejar mi trabajo en una empresa para seguir el llamado de mi intuición. Poco después comencé mi formación como instructora y sin pensarlo tanto, en diciembre ya estaba compartiendo clases.
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"Este tipo de yoga lo vivo como un encuentro integral, donde no separamos lo físico de lo emocional o lo espiritual. Integro la meditación, el movimiento consciente, los sonidos terapéuticos y el cuidado amoroso del cuerpo. Me gusta pensar que cada clase es una pausa que nutre todo nuestro ser.
¿Qué beneficios puede ofrecernos el yoga?
Muchísimos. En lo físico, fortalece el cuerpo, mejora la postura, la flexibilidad y el equilibrio, pero lo más profundo sucede dentro: ayuda a regular el sistema nervioso, mejora la digestión, el sueño, y alivia el estrés y la ansiedad.
El yoga es una herramienta hermosa para sanar el cuerpo, sí, pero también para suavizar la mente y abrir el corazón. He visto en mis alumnas cómo se sienten más seguras, más ligeras, más felices… y eso es algo que no tiene precio, te invito a que tomes testimonio de los beneficios que ellas han notado desde que comenzaron hasta hoy.
¿Y cómo impacta el yoga en nuestro estilo de vida?
De muchas formas. Nos enseña a vivir con más conciencia y menos prisa, a movernos con cuidado, a respirar con profundidad, a responder en lugar de reaccionar. A nivel físico incluso nos enseña a agacharnos o estirarnos sin lastimarnos, pero en lo profundo, nos ayuda a hablarnos más bonito, a escucharnos y a tomar decisiones más conectadas con lo que realmente somos.
¿En qué se basan los movimientos y posturas que guías en clase?
En el equilibrio entre el esfuerzo y la flexibilidad. Las posturas (asanas) no son una meta ni un logro: son una oportunidad de estar contigo misma. Lo importante no es cómo se ve la postura, sino cómo se siente en tu cuerpo.
A veces, una postura sencilla con respiración consciente puede tocar más profundo que una pose muy elaborada sin presencia. En mis clases siempre invito a explorar, no a forzar. A moverse desde la escucha, no desde la exigencia.
¿Qué papel juega la respiración en el yoga?
La respiración es el corazón de todo. Es el puente entre cuerpo y mente. Nos ayuda a liberar tensiones, a conectar con el momento presente y a regular nuestras emociones. En yoga decimos: “Si puedes respirar, puedes hacer yoga”. Respirar con conciencia transforma la forma en la que vivimos.
¿Cómo podemos iniciarnos en esta disciplina?
Con ojos de principiante, con curiosidad, sin expectativas y con mucho amor propio. No necesitas tocarte los pies ni pararte de cabeza. Solo tener ganas de escucharte, habitarte y respetarte.
Mi recomendación es comenzar con clases suaves, donde el enfoque sea la conexión contigo y no la perfección. Siempre les digo a mis alumnas: “Escucha a tu cuerpo y sé amorosa con él”. Ese es el mejor punto de partida.
¿Hay restricciones para practicar yoga?
A menos que haya una contraindicación médica específica, el yoga es para todos. Todas las edades, cuerpos, experiencias e historias son bienvenidas. Siempre podemos adaptar la práctica con variaciones o apoyos. No hay un “cuerpo ideal” para el yoga; hay una disposición amorosa de estar contigo misma.
¿Con qué frecuencia se recomienda practicar?
Lo ideal sería de 2 a 3 veces por semana para notar cambios más profundos, pero incluso una vez por semana puede hacer una gran diferencia si lo haces con intención. La constancia es más importante que la intensidad. Y lo bonito del yoga es que siempre puedes volver a empezar.
¿Cómo es una clase en Yoga Holístico?
Son clases sin juicios en donde “Todos somos principiantes, siempre. Cada respiración es una nueva oportunidad de conectar contigo”.
Comenzamos con un tema relacionado con el cuidado del cuerpo, la mente o el alma. Luego hacemos una breve meditación para centrarnos, pasamos a movimientos conscientes y posturas accesibles, y terminamos con una relajación profunda que a veces incluye cuencos tibetanos, aromaterapia o visualización.
Trabajo con grupos diversos, y lo que más disfruto es ver cómo cada persona encuentra su propio ritmo, su propia forma de conectar consigo misma. Más que una clase, es un espacio seguro para volver a casa, hacia ti.
El yoga no es para quienes “ya pueden”. Es para quienes “quieren comenzar”. No necesitas experiencia, ni flexibilidad, ni juventud… solo muchas ganas, presencia, y disponibilidad. Te invito a una clase para que vivas esta experiencia.