El nombre del Príncipe Andrés, duque de York, vuelve a colocarse en el centro de la polémica tras la revelación de la existencia de un correo electrónico que refuerza su vínculo con Jeffrey Epstein y la joven Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes del escándalo de tráfico sexual que sacudió a la realeza británica.
El mensaje data de febrero de 2011, justo después de que se hiciera pública una fotografía en la que el príncipe aparece junto a Giuffre. En el correo, el hijo de la reina Isabel II habría escrito a Epstein una frase que ha despertado enorme controversia: “volveremos a jugar pronto”.
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El tono amistoso del mensaje contradice directamente las declaraciones pasadas del duque, quien aseguró haber roto todo contacto con el empresario tras su primera condena por delitos sexuales en 2008.
De acuerdo con la información divulgada, el intercambio de mensajes demuestra que el vínculo entre ambos hombres persistió incluso después de que Epstein fuera señalado judicialmente, este hallazgo no solo reabre la discusión sobre la responsabilidad moral del príncipe, sino que también pone en duda la veracidad de sus declaraciones en la famosa entrevista con la BBC en 2019, donde negó rotundamente haber tenido contacto con Giuffre.
Virginia Giuffre, quien falleció en abril de 2025, fue una de las voces más firmes en denunciar a Epstein y a su círculo cercano, asegurando haber sido obligada a mantener relaciones con el Príncipe Andrés cuando era menor de edad, acusaciones que llevaron al duque a alejarse de la vida pública y de sus deberes reales desde 2020.
Aunque el correo no constituye una prueba legal definitiva, sí representa una evidencia documental que debilita aún más la versión oficial del Palacio de Buckingham. Analistas de la monarquía coinciden en que este tipo de revelaciones mantiene viva una crisis de credibilidad en torno al príncipe Andrés, cuya reputación sigue seriamente afectada pese a los años transcurridos.
Hasta el momento, el equipo legal del príncipe Andrés no ha emitido una declaración formal sobre la filtración del correo, por su parte, la monarquía británica ha reiterado su postura de “no comentar asuntos personales del duque de York”, mientras los medios británicos anticipan que podrían surgir más pruebas que detallen la naturaleza real de su relación con Jeffrey Epstein.