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Esta es la razón por la que tu perro sólo le ladra a algunas personas

Los perros leen más de lo que imaginas, te explicamos cómo el olfato, la memoria y tu lenguaje corporal influyen en sus ladridos

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Quienes comparten su vida con un perro lo saben: hay visitas que reciben un meneo de cola y otras que apenas cruzan la puerta y ya provocan un ladrido. Aunque parezca intuición o "mala vibra", lo cierto es que estas reacciones tienen bases científicas y emocionales claras.  

Desde la lectura del lenguaje corporal hasta el recuerdo de experiencias pasadas, los perros combinan olfato, memoria y percepción para decidir si alguien les genera confianza o alerta. Aquí te explicamos, con respaldo en estudios de comportamiento animal, por qué algunos humanos detonan un ladrido y otros no. 

Lenguaje corporal: lo que ellos leen antes que tú hables 

Investigadores de la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, han documentado que los perros son especialistas en decodificar señales no verbales. Posturas rígidas, pasos inseguros o miradas intensas pueden ser interpretadas como amenaza. 

En contraste, movimientos suaves, una voz tranquila y una postura relajada suelen generar cercanía. Así que no es un “sexto sentido”, es una lectura afinada del cuerpo. 

El olfato lo dice todo 

El olfato de un perro es capaz de identificar feromonas, niveles hormonales y rastros químicos que se nos escapan. Si alguien viene de convivir con otro animal, está sudando por ansiedad o cambió de perfume, el perro lo nota.  Según estudios de la Universidad de Emory, los canes asocian olores con emociones. Por eso, un aroma puede recordarles una situación incómoda o amenazante y provocar una reacción defensiva. 

 

 

Memoria emocional y traumas 

Un perro que tuvo una mala experiencia con una persona alta, con gorra o cierto tono de voz, puede reaccionar negativamente ante alguien que le recuerde eso. Es una asociación que se graba y se activa con facilidad, sobre todo en perros rescatados o con pasados complejos. Aquí es clave la socialización temprana: cuanto más variado sea el entorno de un cachorro, más fácil será que crezca sin respuestas de miedo ante lo desconocido. 

El ladrido como hábito aprendido 

Algunos perros aprenden que ladrar les da resultados: alejan a alguien, reciben atención o caricias, incluso sin querer. Este refuerzo puede consolidar el ladrido como herramienta principal. Los expertos recomiendan ignorar estos ladridos si no hay riesgo real y premiar la calma, para revertir esa asociación. 

Por otro lado, hay veces los perros ladran simplemente porque están cuidando su espacio. La ASPCA (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals) explica que este comportamiento aparece cuando un can detecta la presencia de alguien que considera una amenaza en su territorio. 

Lo importante es entender que no todos los ladridos significan agresión