La escena, digna de una fábula sobre la vanidad moderna, ocurrió en el Palazzo Maffei de Verona, Italia, donde una silla recubierta con cristales Swarovski, obra del artista italiano Nicola Bolla, fue destruida por un visitante que decidió ignorar las reglas del museo en busca de la fotografía perfecta.
Inspirada en el emblemático sillón retratado por Vincent van Gogh en su famosa pintura El dormitorio en Arlés (1888), la obra conocida como Van Gogh Chair fue concebida no como asiento, sino como símbolo. Tapizada con miles de cristales Swarovski y ensamblada a mano, su delicada estructura era una invitación a la contemplación, no al uso. Sin embargo, como muestran las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, un turista esperó el momento oportuno para sentarse sobre ella y posar. La silla colapsó en segundos.
Te podría interesar
El incidente se volvió viral en redes sociales, reavivando el debate sobre el turismo irresponsable y la superficialidad de los contenidos, mientras el museo confirmó que, gracias a la rápida intervención de restauradores, la pieza podrá ser reconstruida en los próximos días.
Según el International Council of Museums (ICOM), entre 2018 y 2023 se documentaron más de 180 incidentes similares en todo el mundo, y el 27% de ellos fueron causados por intentos de tomarse selfies. En Italia, las autoridades han endurecido las sanciones por dañar bienes culturales y podrían aplicarse cargos civiles o penales.