Durante la adolescencia no solo cambian quienes la atraviesan, también lo hacen sus madres, padres o cuidadores. En esa etapa, marcada por transformaciones emocionales profundas, la familia deja de ser el principal referente, y en su lugar, las amistades cobran protagonismo.
“El sistema familiar deja de ser el modelo principal a través del cual se construyen vínculos. Ese lugar lo ocupan ahora los iguales: los amigos”, explica Emiliano Villavicencio, psicólogo y docente en la Universidad La Salle. Según el especialista, este distanciamiento no implica una ruptura definitiva, sino un paso necesario para que las y los adolescentes consoliden su identidad.
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— ONU México (@ONUMX) December 12, 2024Te podría interesar
Así mismo, Villavicencio señala que el alejamiento del núcleo familiar no debe interpretarse como un rechazo, sino como una necesidad evolutiva.
Si un adolescente se aferra a los lazos familiares como lo hacía en la infancia, queda anclado a una etapa que ya no le corresponde.
De acuerdo con el manual Pediatría Integral, en las primeras fases de este proceso es habitual que las y los adolescentes busquen pertenecer a múltiples grupos de amigos, con el tiempo, eligen un círculo más estrecho, con quienes comparten miedos, dudas y momentos íntimos, es en estas relaciones donde consolidan su autonomía emocional.
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria advierte que esta transición puede ser dolorosa, algunos jóvenes llegan a experimentar un profundo sentimiento de soledad al sentirse sin guía o sostén. Aunque no siempre tiene una causa concreta, esta sensación puede desencadenar desesperanza si no se acompaña con atención emocional adecuada.
A pesar de que el rol de la familia cambia, no desaparece, el vínculo se transforma. “A los 21 o 22 años, muchos jóvenes comienzan a reconciliarse con sus padres, regresan al hogar, pero desde una posición emocional distinta”, precisa Villavicencio.
Según la ONU, la familia sigue siendo la institución cultural más influyente, ya que en ella se adquieren modelos de relación, nociones de autoestima y estrategias de regulación emocional, por otro lado, la publicación Journal Scientific MQRinvestigar coincide: “Los adolescentes necesitan un entorno estable, donde puedan sentirse seguros mientras exploran el mundo”.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recomienda construir vínculos sobre bases sólidas: el diálogo, la validación emocional y la escucha activa. Algunas de sus estrategias incluyen:
- Identificar intereses compartidos
- Recuperar la comunicación de la infancia
- Usar lenguaje corporal afectivo
- Parafrasear para mostrar comprensión
- Validar lo que sienten
- Acompañarlos desde la empatía y el humor