Tener un cabello largo, fuerte y saludable es el sueño de muchas, pero a veces sentimos que por más que lo cuidamos… no vemos resultados. ¿Te suena familiar? Probablemente estás cometiendo ciertos errores en tu rutina que, aunque parecen inofensivos, en realidad están debilitando tu melena y obstaculizando su crecimiento.
La buena noticia es que la mayoría de estos hábitos son fáciles de corregir. Aquí te compartimos los más comunes y qué hacer para evitarlos.
1. Lavarlo todos los días
Aunque tener el pelo limpio es importante, lavarlo diario puede eliminar los aceites naturales que lo protegen, provocando resequedad, puntas abiertas y hasta caída.
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¿Qué hacer?
Lávalo de 2 a 3 veces por semana, según tu tipo de cabello. Si necesitas refrescarlo entre lavadas, opta por shampoo en seco o enjuagues con agua y vinagre de manzana diluido.
2. Usar calor sin protección térmica
El secador, la plancha y la tenaza son enemigos silenciosos cuando no usamos protector térmico. El calor extremo rompe la fibra capilar y daña la cutícula del cabello.
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¿Qué hacer?
Aplica siempre un protector antes de usar herramientas de calor y, si puedes, deja que tu cabello se seque al natural de vez en cuando.
3. Cepillarlo con fuerza o enredado
Cepillar el pelo cuando está completamente mojado o con nudos fuertes puede causar rotura y debilitamiento.
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¿Qué hacer?
Desenreda con cuidado, de medios a puntas, usando un peine de dientes anchos o un cepillo especial para cabello mojado. Hazlo con paciencia y con algún producto que facilite el proceso.
4. Dormir con el cabello suelto o mojado
Aunque suene inofensivo, dormir con el cabello mojado puede causar frizz, quiebre y hasta hongos si la humedad se queda atrapada mucho tiempo. Y si duermes con él suelto, puede enredarse y romperse con más facilidad.
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¿Qué hacer?
Asegúrate de secarlo antes de dormir y amárralo suavemente en una trenza o chongo flojo. También puedes usar fundas de satén o seda para protegerlo mejor.
5. No cortar las puntas con regularidad
Queremos que crezca, sí, pero dejarlo meses sin corte puede ser contraproducente. Las puntas abiertas suben por la hebra capilar y debilitan todo el cabello.
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¿Qué hacer?
Corta las puntas cada 8 a 12 semanas, aunque sea solo un poco. Esto ayuda a mantener la melena sana y a que crezca más fuerte.
6. Abusar de productos con alcohol o sulfatos
Muchos shampoos y sprays contienen ingredientes que, a largo plazo, resecan y dañan el cuero cabelludo. Y si el cuero cabelludo está mal, el cabello no crece bien.
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¿Qué hacer?
Lee las etiquetas y elige productos más naturales o con fórmulas suaves, libres de sulfatos, parabenos y alcoholes secantes.
7. No cuidar tu alimentación
Lo que comes también se refleja en tu cabello. Si tu cuerpo no recibe los nutrientes necesarios, tu pelo se debilita, se cae o crece más lento.
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¿Qué hacer?
Incluye alimentos ricos en proteína, omega-3, biotina, zinc y hierro. Y no olvides tomar suficiente agua.
Cuidar tu cabello no es cuestión de suerte, es cuestión de constancia y buenos hábitos. A veces, el cambio está en los detalles que pasamos por alto. Así que si quieres una melena sana y con brillo natural, empieza por revisar tu rutina y hacer los ajustes necesarios. ¡Tu cabello te lo va a agradecer!