Tener una piel bonita no solo depende de las cremas que usas, también influye muchísimo lo que comes. Sí, lo que pones en tu plato puede marcar la diferencia en cómo luce tu cara, más luminosa, sin tanta textura y con ese glow natural que no necesitas maquillar.
La buena noticia es que no necesitas productos carísimos ni rutinas eternas, solo incorporar algunos alimentos que ayudan a tu piel desde adentro, nutriéndola y protegiéndola con lo que realmente necesita. Aquí te cuento cuáles funcionan mejor (y probablemente ya están en tu refri o tu alacena).
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Aguacate: tu aliado para una piel hidratada
El aguacate es rico en grasas saludables que mantienen tu piel suave y flexible. Además, tiene vitamina E, que actúa como antioxidante y combate el envejecimiento prematuro. Agrégalo a tus tostadas, smoothies o simplemente con sal y limón.
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Espinaca: luz verde para tu piel
Las hojas verdes como la espinaca son una bomba de vitaminas A y C, esenciales para la producción de colágeno (esa proteína que mantiene tu piel firme). También ayudan a reducir la inflamación y a desintoxicar tu organismo.
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Jitomate: tu protector solar natural
El jitomate tiene licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger la piel del daño solar y previene las manchas. Lo ideal es comerlo cocido para que libere todo su poder, pero crudo también suma.
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Frutos rojos: antioxidantes en versión mini
Fresas, arándanos, frambuesas todos están cargados de antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres (los que dañan la piel). Además, mejoran la circulación y dan ese efecto de “me acabo de hacer un facial”.
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Agua: la reina del glow
Sí, es básica y sí, lo has escuchado mil veces. Pero de verdad, nada funciona mejor que estar bien hidratada. El agua ayuda a eliminar toxinas, mejora la elasticidad de la piel y hace que todo lo demás funcione mejor.
No se trata de cambiar todo lo que comes, sino de sumar más de lo que te hace bien. Si empiezas a incluir estos alimentos en tus comidas del día a día, verás cómo tu piel empieza a agradecerte con más brillo, suavidad y ese efecto saludable que ni el mejor iluminador puede dar. Tu rutina de belleza empieza desde adentro, y tu refri puede ser tu nuevo tocador.