En Tampico, Tamaulipas, una familia ha encendido las redes sociales tras denunciar públicamente que su casa, construida con el esfuerzo de sus padres hace más de 20 años, fue invadida por supuestos arrendatarios que ahora se niegan a desalojarla. La joven identificada como Daniela decidió compartir la historia en TikTok, donde rápidamente se volvió viral y generó indignación entre miles de usuarios que no dan crédito a lo ocurrido.
Según relata Daniela en el video, sus padres migraron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, dejando la vivienda bajo el cuidado de un familiar de confianza, durante varios años, esta persona se encargó de arrendar la casa a una familia que sí cumplía puntualmente con los pagos, sin embargo, con el tiempo, la situación cambió: los nuevos inquilinos que llegaron después dejaron de pagar la renta y, al ser cuestionados, se negaron a entregar el inmueble que no les pertenece.
La situación se volvió aún más tensa cuando la madre de Daniela decidió viajar desde Estados Unidos para intentar recuperar personalmente la propiedad, con escrituras, recibos de servicios y contratos de renta en mano, acudió a dialogar con los actuales ocupantes, pero lejos de encontrar una solución pacífica, fue recibida con insultos y burlas. Daniela denuncia que los supuestos invasores humillaron a su madre, lanzaron comentarios despectivos sobre su condición de migrante y se negaron rotundamente a dialogar.
A pesar de que la familia ya inició un proceso legal para recuperar la vivienda, se enfrentan a uno de los principales problemas de la justicia civil en México: la lentitud de los trámites y la dificultad para obtener una orden de desalojo, que en algunos casos puede tardar meses o incluso años, por esta razón, Daniela decidió hacer público el caso en redes sociales para visibilizarlo y exigir apoyo de la ciudadanía, además de presionar a las autoridades a que agilicen el proceso.
“No amenazamos, sólo queremos que den la cara y devuelvan lo que no es suyo”, afirmó Daniela en uno de sus videos, la historia no sólo ha desatado una ola de solidaridad en TikTok, sino que también abrió el debate sobre los vacíos legales y la falta de protección para los propietarios que viven fuera del país o rentan inmuebles a terceros.