La búsqueda por un cabello liso, suave y sin frizz ha llevado a muchas mujeres a quemarse con planchas, tratamientos químicos o costosos alisados profesionales. Pero, en plena era de lo natural, una alternativa casera ha tomado fuerza en redes sociales y tutoriales de belleza: la mascarilla de maicena para alisar el cabello.
La maicena, o fécula de maíz, no solo es un básico de la cocina, también puede ser un poderoso ingrediente cosmético. Gracias a su textura y propiedades humectantes, ayuda a suavizar la fibra capilar, controla el frizz y aporta brillo, creando un efecto liso progresivo con su uso continuo.
La receta más popular mezcla 2 cucharadas de maicena con media taza de agua y 1 cucharada de aceite de coco o de oliva. Se calienta hasta formar una mezcla tipo gel que se aplica sobre el cabello limpio y húmedo, se deja actuar por 30 a 40 minutos y se enjuaga con agua fría. ¿El resultado? Una melena visiblemente más manejable y con un liso natural.
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Especialistas como la dermatóloga capilar Andrea Combalia explican que este tipo de tratamientos no sustituyen a los alisados permanentes, pero sí pueden mejorar la apariencia del cabello dañado o con frizz, además de ser una opción segura para quienes desean evitar el calor excesivo o los químicos agresivos.
Más allá de una moda viral, esta mascarilla también conecta con un enfoque de belleza más consciente y saludable: cuidar tu cabello sin comprometer su bienestar ni el medio ambiente. Y lo mejor, sin gastar de más.