El Dr. Simi, ícono de la farmacia popular en México, vuelve a demostrar que su marca no solo vende medicamentos accesibles, sino que apuesta por proyectos que alivian el bolsillo de quienes más lo necesitan, esta vez lo hace con un comedor comunitario en la Ciudad de México que ofrece menús completos a un precio tan bajo que ni las fondas de barrio pueden competir.
Ubicado en la alcaldía Iztapalapa, uno de los puntos con mayor densidad de población y necesidades económicas de la CDMX, el comedor comunitario del Dr. Simi abre sus puertas de lunes a viernes para servir desayunos y comidas nutritivas desde $11 pesos. Sí, como lo lees: por esa cantidad puedes acceder a un platillo bien servido, pensado para cubrir necesidades básicas de alimentación.
El menú varía cada día, pero siempre incluye un plato fuerte, guarnición, sopa, agua y, en algunos casos, hasta postre, además, está supervisado por nutriólogos, lo que garantiza un aporte balanceado de nutrientes, algo que muchas veces no se encuentra ni pagando más.
El comedor se ubica en Calle Ermita Iztapalapa 14, colonia Santa Isabel Industrial, cerca del Metro UAM Iztapalapa, de acuerdo con la información oficial, el lugar atiende desde temprano y la idea es que cualquier persona pueda acceder sin mayor requisito, salvo respetar el orden y la convivencia.
Este proyecto se suma a las campañas sociales que la cadena de Farmacias Similares mantiene desde hace años, como la distribución de consultas médicas a bajo costo y brigadas de salud en comunidades marginadas.
Usuarios que ya han probado este comedor comunitario destacan que, además del precio, la limpieza y la amabilidad de quienes sirven los alimentos hacen que la experiencia sea digna, para muchos adultos mayores o trabajadores que viven al día, este tipo de alternativas marcan la diferencia.
Más allá de la anécdota viral, el comedor comunitario del Dr. Simi es un recordatorio de que cuando las marcas usan su poder para crear redes de apoyo real, se convierte en un ejemplo de responsabilidad social, en tiempos donde la inflación golpea fuerte, un menú completo y digno por menos de 15 pesos es casi un acto de resistencia.