La música mexicana despide a una de sus máximas representantes. La soprano Lourdes Ambriz, reconocida por su voz versátil y su capacidad para moverse entre ópera clásica, barroca y contemporánea, falleció recientemente, dejando un legado que marcó más de cuatro décadas en los escenarios nacionales e internacionales.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) confirmó la noticia a través de un mensaje en redes sociales, en el que lamentó la partida de quien fuera “figura esencial de la lírica mexicana, reconocida por un extenso repertorio que abarcó ópera, oratorio, música de cámara, renacentista y contemporánea”.
Ambriz, originaria de la Ciudad de México, debutó en 1985 con la Compañía Nacional de Ópera del INBA en Los cuentos de Hoffmann y desde entonces dio vida a personajes memorables como Susana en Las bodas de Fígaro, Gilda en Rigoletto y Pamina en La flauta mágica. Su talento la llevó a presentarse en Europa, América, África y Medio Oriente.
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Entre los reconocimientos que recibió destacan el Premio Nacional de la Juventud (1987), la Medalla Mozart (2006), la Medalla Bellas Artes (2022) y la Medalla Alfonso Ortiz Tirado (2023), máximo galardón para cantantes líricos en México.
Pero su voz también llegó a nuevas audiencias gracias al doblaje: fue la intérprete de las canciones de Bella en la película de Disney La Bella y la Bestia, así como en producciones de Disney sobre hielo y series animadas como Princesita Sofía.
En redes sociales, músicos y colegas lamentaron su partida. Ludwig Carrasco, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, la definió como “una referencia de lo que debe ser un artista profesional”, mientras que Iván López Reynoso la recordó como “artista incomparable y amiga ejemplar”.