Dwayne “The Rock” Johnson dejó a todos boquiabiertos en su más reciente aparición en la octogésima segunda edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, al lucir una figura significativamente más delgada, con aproximadamente 27 a 30 kilos menos, en comparación con su característico físico musculoso.
Este drástico cambio físico no fue por problemas de salud, sino que se sometió a este proceso extremo para interpretar al luchador de MMA Mark Kerr en “The Smashing Machine”, una película que le demandó un cuerpo menos voluminoso y más realista.
Las reacciones ante este hecho, que de inmediato se hizo viral, no se hicieron esperar en todas las plataformas y los usuarios no tardaron en comparar su nueva silueta con su mítico apodo, surgiendo al mismo tiempo especulaciones sobre si el cambio podría afectar su salud, aunque muchos lo vieron como un desafío artístico admirable.
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Varios medios especulan que esta transformación podría convertirse en un punto de inflexión en la trayectoria del actor, reflejando una versatilidad que trasciende el molde de héroe de acción.
Cabe mencionar que tras la proyección de “The Smashing Machine”, la audiencia le rindió una ovación de 15 minutos, un momento que conmovió profundamente al actor hasta el punto de generarle lágrimas. Su interpretación, cargada de vulnerabilidad, fue elogiada como una revelación dramática.
Durante la conferencia de prensa, Dwayne Johnson habló con sinceridad y explicó cómo Hollywood lo ha encasillado en papeles de acción, precisando que este proyecto responde a una necesidad interna de explorar algo más profundo. Agradeció especialmente a Emily Blunt y al director Benny Safdie por impulsarlo a mostrarse vulnerable con este papel que explora un nuevo género en su trayectoria.
Así, “La Roca” se posiciona ahora no solo como una estrella de taquilla, sino como un actor con ambición artística, siendo “The Smashing Machine” el catalizador para una etapa más introspectiva y premiada en su carrera.