Tener una sonrisa saludable comienza desde los primeros meses de vida. Según los expertos, es recomendable limpiar suavemente las encías de los bebés con un paño húmedo incluso antes de que salga el primer diente, para eliminar bacterias y acostumbrarlos al cuidado bucal diario.
Cuando aparecen los primeros dientes de leche, es importante usar un cepillo suave infantil y cepillar durante dos minutos un par de veces al día, incluyendo una antes de dormir. El uso de pasta dental con flúor debe comenzar alrededor de los 2 años de edad, pero en cantidades pequeñas, para menores de 3 años del tamaño de un grano de arroz, para niños mayores una cantidad aproximada del tamaño de un chícharo. Esta medida ayuda a prevenir caries, sin riesgo de que traguen demasiado producto.
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Desde que los dientes comienzan a tocarse, lo ideal es introducir el hilo dental como complemento al cepillado diario, organizaciones como Oral-B y fuentes especializadas señalan que entre los 2 y 6 años los padres deben ayudar al niño a usar hilo dental y a los 8-10 años normalmente ya tienen la capacidad motriz para hacerlo solos.
Hacer que la higiene bucal sea divertida mejora la adherencia al hábito, según algunas guías y las clínicas dentales, usar cepillos de colores, canciones o cronómetros ayuda a que los niños se cepillen por los dos minutos completos sin que parezca una obligación, siendo también efectivo acompañar estas acciones con el ejemplo de los padres, quienes al mostrar su rutina diaria influyen mucho en los hábitos de los hijos.
Otro factor clave es la alimentación, limitar alimentos ricos en azúcares, dulces pegajosos y bebidas azucaradas entre comidas ayuda a mantener una dentadura sana, en su lugar, fomentar comer verduras, frutas y lácteos, así como tomar mucha agua, contribuye significativamente a proteger el esmalte dental y reducir la incidencia de caries.
Finalmente, las visitas regulares al dentista son fundamentales, los expertos dentales recomiendan que los niños vean al odontólogo al menos dos veces al año, empezando apenas después de que aparece el primer diente si el profesional lo indica. Revisiones tempranas permiten detectar caries, problemas en la erupción dental o hábitos que podrían afectar la salud bucal futura.