México cuenta con 177 de estas joyas reconocidas por la Secretaría de Turismo, pero hay tres estados que se destacan con 12 pueblos cada uno: Jalisco, Puebla y el Estado de México. Cada uno guarda en su territorio una docena de razones para hacer las maletas y dejarse sorprender.
Jalisco: música, montaña y agave
La tierra del mariachi y el tequila no decepciona cuando se trata de paisajes y tradiciones. Desde Tequila, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hasta Ajijic, el pueblo bohemio a orillas del lago de Chapala, cada rincón tiene una historia por contar.
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Mazamitla y Tapalpa ofrecen un respiro verde en la Sierra del Tigre; San Sebastián del Oeste parece detenido en el tiempo. Mascota, con su arquitectura colonial, y Talpa de Allende, destino de peregrinos, confirman que en Jalisco la espiritualidad y el arte conviven con el sabor del agave y la calidez de su gente.
- Ajijic
- Cocula
- Lagos de Moreno
- Mascota
- Mazamitla
- San Sebastián del Oeste
- Sayula
- Talpa de Allende
- Tapalpa
- Temacapulín
- Tequila
- Tlaquepaque
Puebla: un edén entre volcanes, neblina y flores
Desde la exuberancia de Cuetzalan, envuelta entre cafetales y niebla, hasta la alegría floral de Atlixco, Puebla ofrece un viaje multisensorial. Zacatlán de las Manzanas presume de su tradición relojera y sidrera, mientras Chignahuapan deslumbra con esferas navideñas que conquistan mercados internacionales.
El misticismo de Cholula, con la pirámide más grande del mundo en su base, se mezcla con el folclor de Huejotzingo y su carnaval, o el arte indígena de Pahuatlán, cuna del papel amate.
- Atlixco
- Chignahuapan
- Cholula
- Cuetzalan
- Huauchinango
- Huejotzingo
- Pahuatlán
- Tetela de Ocampo
- Teziutlán
- Tlatlauquitepec
- Xicotepec
- Zacatlán
Estado de México: entre ruinas sagradas y escapadas de fin de semana
Más allá del bullicio capitalino, el Edomex alberga verdaderos tesoros. Teotihuacán guarda los secretos de los dioses entre pirámides majestuosas; Malinalco, con su zona arqueológica tallada en piedra, emana energía ancestral.
Valle de Bravo se transforma cada invierno con la llegada de la mariposa monarca y es refugio para el alma con deportes extremos o spas frente al lago. Ixtapan de la Sal, por su parte, invita al descanso entre aguas termales y gastronomía típica.
- Aculco
- El Oro
- Ixtapan de la Sal
- Jilotepec
- Malinalco
- Metepec
- Otumba
- San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides
- Tepotzotlán
- Tonatico
- Valle de Bravo
- Villa del Carbón