Si buscas un destino donde la historia, la naturaleza y la gastronomía converjan en armonía, Cuitzeo del Porvenir es tu próxima parada. A apenas 40 minutos de Morelia y tres horas de la CDMX, este Pueblo Mágico descansa a la orilla del Lago de Cuitzeo, el segundo más extenso de México, con más de 1,200?km² de espejo acuático que refleja un cielo casi siempre despejado.
Su nombre, que en purépecha significa “lugar de tinajas”, rinde homenaje a las ánforas utilizadas por sus antiguos pobladores. Los purépechas, herederos de toltecas y teotihuacanos, levantaron centros ceremoniales como Tres Cerritos, cuyos montículos aún se alzan sobre colinas verdes.
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Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, apareció el Ex Convento de Santa María Magdalena (1550), con fachada plateresca y muros de cantera que hoy custodian frescos y capillas de barrio, testigos de la evangelización en El Calvario, La Concepción y San Pablito.
En Cuitzeo, las carnitas no son un simple plato: son leyenda. Según la Asociación de Restauranteros de Michoacán, aquí se fríen en tinas de cobre al menos desde finales del siglo XIX, recubiertas de manteca y sazonadas con naranjas agrías locales.
Otros manjares incluyen corundas triangulares, uchepos dulces y enchiladas de ceniza, que se pueden acompañar con un charanda o un fresco de durazno.
El Lago de Cuitzeo ofrece rutas en lancha, pesca deportiva y fotografía de aves migratorias. A su vera florecen sauces, ahuehuetes y jacarandas, creando un microclima templado casi todo el año. El Museo de la Estampa exhibe artesanías de papel amate y cestería local, mientras los talleres de alfarería mantienen viva la tradición de la cerámica purépecha.
Cómo llegar y cuándo ir
– Ruta: Carretera Morelia–Cuitzeo (40?min).
– Clima: Fresco y templado (12?°C–25?°C).
– Mejor época: Octubre a mayo, para evitar lluvias y disfrutar del Festival de las Ánimas en noviembre.