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En la búsqueda del protector solar perfecto, muchas veces recurrimos a las recomendaciones de instituciones como la Profeco. ¿Podría ser que el "mejor" bloqueador solar según las pruebas no sea necesariamente la mejor opción para todas nosotras?
Si bien los análisis de Profeco son valiosos para verificar la eficacia de los protectores solares en cuanto a su factor de protección (FPS), existen otros factores importantes que debemos considerar al elegir el producto adecuado para nuestras necesidades específicas.
- Tipo de piel: no todas las pieles son iguales. Lo que funciona para una piel grasa puede no ser ideal para una piel seca o sensible. Es de vital importancia buscar fórmulas específicas para cada tipo de piel (por ejemplo, oil-free para pieles grasas o hidratantes para pieles secas).
- Ingredientes adicionales: algunos protectores solares contienen ingredientes adicionales como antioxidantes (vitamina C, vitamina E) o ingredientes calmantes que pueden ofrecer beneficios extra para la piel.
- Textura y sensación: la textura del bloqueador solar es un factor clave para su uso diario. Si no te gusta cómo se siente en la piel (demasiado pegajoso, graso o deja una capa blanca), es menos probable que lo uses con regularidad.
- Resistencia al agua: si practicas deportes acuáticos o sudas mucho, es importante elegir un protector solar resistente al agua. Sin embargo, recuerda que la reaplicación sigue siendo fundamental.
- Filtros solares: existen diferentes tipos de filtros solares (químicos y físicos o minerales). Algunas personas prefieren unos sobre otros por razones, como sensibilidad en la piel o preocupaciones medioambientales.
¿Cómo elegir el protector solar adecuado para ti?
- Conoce tu tipo de piel: identifica si tu piel es grasa, seca, mixta o sensible.
- Considera tus actividades: si vas a estar al aire libre o en contacto con el agua, elige un producto resistente al agua.
- Lee la etiqueta: busca protectores solares de amplio espectro con un FPS de al menos 30.
- Prueba diferentes texturas: encuentra una fórmula que te guste y que te sientas cómoda usando a diario.
- No te guíes solo por el precio: un protector solar caro no siempre es el mejor. Busca ingredientes y características que se adapten a tus necesidades.