Así fueron los últimos meses de vida de Diane Keaton; entre discreción, arte y despedidas silenciosa

Una figura única en Hollywood que eligió vivir y despedirse a su manera, con la misma autenticidad que marcó cada paso de su carrera

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Durante décadas, Diane Keaton fue una de esas figuras que parecían hechas de luz. Su presencia era única, inconfundible, y su estilo rompía moldes dentro y fuera de la pantalla. Con cada papel y cada palabra, dejaba claro que ser auténtica no era una pose, sino su manera de existir.

Su vida, como su arte, se movía entre la elegancia, la excentricidad y una discreción que pocas estrellas de su talla conservaron. Y aunque el mundo la admiraba por personajes inolvidables como Annie Hall o Kay Adams, quienes la conocían sabían que su verdadero encanto estaba en su forma de mirar la vida con ironía, ternura y un amor constante por los detalles.

Hoy, el cine despide a una de sus figuras más entrañables. Diane Keaton falleció el 11 de octubre de 2025 en California a los 79 años, dejando tras de sí un legado tan coherente como su propio silencio.

Hasta sus últimos días, Keaton se mantuvo fiel a lo que siempre predicó, vivir con arte, con amor a los detalles y con una independencia feroz sobre su propia historia.

Aunque su familia pidió total privacidad y no se han revelado las causas oficiales de su muerte, diversas fuentes aseguran que su salud se deterioró de forma repentina, y que en esos meses finales eligió retirarse poco a poco del ojo público.

Su última aparición pública fue en agosto de 2024 durante una salida casual en Brentwood, California. Vestida con su característico estilo, sombrero, gafas y sonrisa, parecía tranquila, sin imaginar que sería la última vez que el mundo la vería fuera de la pantalla.

En abril de 2025 publicó una tierna foto junto a su perro para celebrar el Día Nacional de las Mascotas, una imagen que hoy se siente como un adiós disfrazado de ternura.

Lejos de los reflectores, Diane también tomó una decisión simbólica al poner a la venta su casa soñada en Brentwood, esa que había diseñado y restaurado durante años.

Para muchos, ese gesto fue más que una simple transacción, fue una forma de cerrar un ciclo, de soltar aquello que representaba su refugio creativo.

Aunque la causa exacta de su fallecimiento sigue siendo un misterio, se sabe que en el pasado enfrentó problemas de salud como cáncer de piel y bulimia, luchas que compartió abiertamente en entrevistas antiguas, siempre con el mismo tono de honestidad que la caracterizaba.

Diane Keaton no necesitó grandes despedidas. Su silencio, su retiro pausado y su amor al arte fueron su último acto. Nos deja con esa imagen suya tan icónica, sombrero al viento, mirada serena y una vida vivida bajo sus propias reglas. Porque, al final, fue tan artista en sus películas como en la manera en que eligió decir adiós.