La cantante y actriz Selena Gomez ha vuelto a hablar abiertamente sobre su batalla contra el trastorno bipolar, condición que reveló públicamente en 2020. En diversas entrevistas ha descrito cómo este diagnóstico cambió su vida y la forma en que aborda su salud mental.
Gomez confesó que el momento de la revelación fue liberador: “Cuanta más información tengo, más me ayuda… No me asusta, una vez que lo sé”, declaró al referirse al reconocimiento de su enfermedad. Gracias a un tratamiento médico especializado y a la terapia, la artista logró dar un giro a los episodios de ansiedad, depresión y cambios de ánimo prolongados que padecía.
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La intérprete de “Lose You to Love Me” admitió que llegó a un punto en el que sintió que “no estaba en control” de lo que sentía, lo que la llevó a internarse en centros médicos, incluyendo el hospital McLean de Massachusetts, para tratar su salud mental. Este proceso, lejos de debilitarla, se convirtió en un motor para compartir su historia y apoyar la visibilización de los trastornos psiquiátricos.
En 2022 estrenó el documental Selena?Gomez: My?Mind?&?Me («Mi mente y yo»), donde se muestra sin filtros su día a día, sus crisis y la lucha interna que enfrentó antes y después del diagnóstico. Ese proyecto marcó un parteaguas en su carrera como defensora de la salud mental pública.
Selena también aprovechó su experiencia personal para fundar la plataforma Wondermind, destinada a ofrecer recursos e información sobre bienestar psicológico. Con esta iniciativa demuestra que la fama no está exenta de vulnerabilidad y que pedir ayuda es un acto de fortaleza.
La artista ha insistido en que parte de su misión es cambiar el estigma que existe alrededor de las enfermedades mentales. “Está bien pedir ayuda. Es muy importante poder sentirse cómodo”, dijo al reflexionar sobre lo que hubiese querido saber cuando era más joven.
Hoy, Selena Gomez continúa compartiendo su proceso de sanación, equilibrando su vida personal, profesional y su rol como referente en salud mental, su historia demuestra que un diagnóstico no define el futuro, sino que puede motivar una transformación profunda hacia el bienestar y la autenticidad.