El nombre de Andrew Mountbatten Windsor, antes conocido como príncipe Andrew, vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras años de señalamientos por su amistad con Jeffrey Epstein, financiero acusado de encabezar una red internacional de tráfico y abuso sexual, el Congreso de EU ha solicitado oficialmente su testimonio para esclarecer lo que sabía sobre el caso.
El Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes envió una carta al hijo de la fallecida reina Isabel II, pidiéndole presentarse a una entrevista transcrita antes del 20 de noviembre.
En el documento, los legisladores destacan que su relación con Epstein comenzó en 1999 y continuó incluso después de la condena del empresario en 2008 por procurar menores para prostitución.
Te podría interesar
Andrew, quien perdió sus títulos reales por decisión del rey Carlos III, ha negado repetidamente cualquier implicación en las actividades del magnate.
Sin embargo, su nombre quedó marcado por la denuncia de Virginia Giuffre, quien lo acusó de haber mantenido relaciones con ella cuando era menor.
Aunque el Congreso estadounidense no puede obligar a un ciudadano extranjero a comparecer, esta solicitud aumenta la presión mediática y renueva el interés público en las conexiones de Epstein con figuras de alto perfil.
Los legisladores buscan determinar qué tanto sabía el ex príncipe sobre la red de abuso que involucró a empresarios, políticos y celebridades.
El caso reabre el debate sobre la impunidad y la responsabilidad de las élites en crímenes sexuales. Hasta ahora, Andrew no ha emitido una respuesta formal a la petición del Congreso de EU.