Jennifer Lawrence volvió a acaparar titulares al hablar con total honestidad sobre los desafíos que ha enfrentado desde que se convirtió en madre. La ganadora del Oscar compartió que ser mamá “cambió completamente su forma de ver el mundo y su carrera”.
Lawrence confesó que el regreso al trabajo después de tener a su hijo fue “emocionalmente complejo”, explicó que sintió una profunda responsabilidad de mantenerse presente como madre, sin dejar de lado su pasión por la actuación. “El mundo no está diseñado para los padres que trabajan; volver fue más difícil de lo que imaginé”, afirmó.
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La protagonista de “Los Juegos del Hambre” también habló sobre cómo la maternidad influyó en su elección de proyectos. En su más reciente película, de corte íntimo y emocional, dijo haberse inspirado en las emociones que experimentó tras convertirse en madre, según comentó este rol le permitió “reconciliar sus miedos con su vulnerabilidad”, algo que considera una de las transformaciones más profundas de su vida.
Jennifer subrayó que no busca proyectar una imagen perfecta. “Me gusta mostrar que no tengo todas las respuestas; la maternidad no me volvió una heroína, me volvió más humana”, expresó.
La actriz también destacó que su esposo, el galerista Cooke Maroney, ha sido un apoyo clave durante esta etapa, señalando que la crianza compartida ha sido fundamental para mantener un balance sano entre el hogar y los compromisos laborales, especialmente ahora que ambos han aprendido a priorizar los momentos familiares sobre la fama.
Con esta nueva perspectiva, Jennifer Lawrence se consolida como una de las voces más sinceras de Hollywood, su regreso a la gran pantalla no solo representa una etapa profesional, sino también un testimonio de resiliencia, amor y crecimiento personal.