Los representantes legales de Sean “Diddy” Combs enviaron una carta formal de “cese y desistimiento” a Netflix, exigiendo que la plataforma detenga el estreno de la miniserie “Sean Combs: The Reckoning”, alegando que la producción, respaldada por el rapero 50 Cent, utiliza “metraje robado” que nunca fue autorizado para su difusión.
Según la misiva enviada a la empresa, Combs grabó durante décadas su vida personal con la intención de producir su propio documental, ese material, afirman, fue utilizado sin su consentimiento en las escenas incluidas en el tráiler oficial y en la edición final de la serie.
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Por su parte, Netflix, y la directora del documental, defendieron que todo el metraje fue adquirido legalmente, asegurando tener los derechos necesarios para su publicación y señalan que se contactó al equipo de Combs en múltiples ocasiones para obtener comentarios, aunque no recibieron respuesta.
La polémica llega justo antes de que la docuserie esté programada para su estreno, una producción dividida en cuatro episodios que revisa la carrera del productor y empresario, así como las acusaciones que enfrentó, aunque este conflicto legal podría frenar su lanzamiento.
Para analistas y expertos en entretenimiento, el caso pone en evidencia la tensión entre libertad de expresión, investigación mediática y derechos individuales, si bien las plataformas tienen el derecho de documentar figuras públicas, las demandas de consentimiento y legalidad del material audiovisual son temas cada vez más relevantes en la era digital.
En las próximas horas podría definirse si Netflix decide modificar o retirar la serie temporalmente, mientras tanto, el nombre de Diddy vuelve a situarse en el centro del debate público, no sólo por su historial personal, sino por la disputa legal que podría marcar precedentes en producciones documentales.