El distanciamiento entre Meghan Markle y su padre, Thomas Markle, se remonta a 2018, poco antes de la boda de la duquesa con el príncipe Harry.
Thomas optó por no asistir a la ceremonia tras filtrarse conversaciones privadas a los medios y dar entrevistas criticando a su hija, lo que marcó el inicio de años de tensión y falta de contacto entre ambos.
Ahora, la situación familiar se agrava, ya que Thomas fue ingresado de urgencia en un hospital en Filipinas, donde los médicos le amputaron la pierna izquierda debido a un coágulo que comprometía la circulación. Actualmente se encuentra en cuidados intensivos y su salud es crítica.
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Desde su cama de hospital, Thomas hizo un llamado público a Meghan, expresando su deseo de verla “una vez más antes de morir” y asegurando que todavía la ama a pesar de los años de distanciamiento.
También manifestó su intención de conocer a su yerno, Prince Harry, y a sus nietos, Archie y Lilibet, antes de que sea demasiado tarde.
El equipo de Meghan asegura que ella envió un correo electrónico tras enterarse de la emergencia, pero Thomas declaró que no lo recibió y ni la familia ni el hospital confirmaron contacto efectivo, lo que ha generado confusión sobre si habrá un acercamiento en este momento crítico.
Además, la salud de Thomas ya había presentado problemas previos, incluyendo infartos y un derrame cerebral, lo que hace que su situación actual sea especialmente delicada y ha aumentado la preocupación pública por su estado.