En los últimos años, el legado de los Warren ha ganado notoriedad mundial gracias a la saga de películas El Conjuro, donde se retratan varios de los casos paranormales que esta pareja de investigadores documentó a lo largo de su vida. A partir de sus vivencias, los Warren crearon una colección de objetos supuestamente poseídos, la cual dio origen a un museo en su propia casa. Varios de esos artículos, incluido el más famoso de todos —la muñeca Annabelle—, aparecen en las cintas que han aterrorizado a millones.
Tras la muerte de Ed Warren en 2006, su esposa Lorraine se encargó de preservar el museo y continuar su labor, pero luego de su fallecimiento en 2019, la responsabilidad pasó a su hija Judy. Sin embargo, el museo ubicado en Connecticut tuvo que cerrar sus puertas definitivamente debido a que se encontraba en una zona residencial, lo cual generaba constantes molestias a los vecinos por el flujo de visitantes y turistas.
Pese al cierre del lugar, varias piezas de la colección —incluida la muñeca Annabelle, considerada la “estrella” del museo— continuaron siendo exhibidas por todo Estados Unidos. Este tour fue organizado por la New England Society for Psychic Research (NESPR), grupo que sigue difundiendo el legado de los Warren. Pero esta gira fue empañada recientemente por una tragedia que conmocionó al círculo del mundo paranormal.
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El pasado domingo 13 de abril, en la ciudad de Gettysburg, falleció Dan Rivera, investigador y cuidador de la muñeca Annabelle. Así lo confirmó la NESPR a través de un comunicado oficial publicado en redes sociales.
Con profunda tristeza Tony, Wade y yo compartimos el repentino fallecimiento de nuestro amigo y compañero, Dan Rivera. Tenemos el corazón roto y todavía estamos procesando esta pérdida.
Rivera formaba parte del equipo de la gira Devils on the Run Tour, que recorría varias ciudades con artículos supuestamente embrujados, entre ellos la polémica muñeca. Su inesperada muerte, ocurrida en plena actividad, provocó una ola de especulaciones en redes sociales, donde muchos sugieren que su cercanía constante con la muñeca pudo haber tenido alguna relación con el hecho, ya que presuntamente no padecía ninguna enfermedad previa.
Sin embargo, hasta el momento no existe confirmación oficial sobre la causa del fallecimiento. De acuerdo con Francis Dutrow, forense de Gettysburg, en declaraciones para el diario Evening Sun, “la causa de la muerte de Rivera seguía pendiente de los resultados de la autopsia”. Las autoridades locales continuarán con las investigaciones correspondientes.
En el mismo comunicado, el equipo de NESPR también compartió unas palabras que Dan solía repetir en vida, reflejando su visión sobre la muerte y el legado que deja atrás:
En la vida dejamos pedazos de nosotros con nuestros seres queridos y amigos en nuestro camino hasta que ya no quedan piezas para entregar. Pensarías que eso es el final, pero cuando miras hacia atrás a todas las piezas que diste, esos pedazos siempre serán recordados. Así que digo que nunca moriré. Mi viaje apenas ha comenzado.
El fallecimiento de Dan Rivera deja una sombra en el mundo de lo paranormal, especialmente entre los seguidores de los Warren y los amantes de lo oculto. Su partida no solo significa la pérdida de un investigador dedicado, sino también el inicio de nuevas preguntas que muchos, incluso hoy, prefieren no hacerse.