Desde que fue resguardada por Ed y Lorraine Warren en la década de 1970, la muñeca Annabelle ha sido protagonista de uno de los mitos más persistentes del universo paranormal. Inspiradora de una exitosa trilogía cinematográfica, su leyenda se alimenta de expedientes reales, testimonios perturbadores y, más recientemente, la misteriosa muerte del investigador Dan Rivera durante una gira con la muñeca.
Annabelle no es la clásica muñeca de porcelana que el cine mostró. Es una Raggedy Ann, de trapo y rostro amable. Sin embargo, los casos que la rodean han dejado marcas profundas: desde mensajes inexplicables en pergaminos hasta heridas físicas misteriosas.
Su vitrina está sellada con oraciones en latín y protegida con reliquias benditas. Se dice que solo los Warren podían acercarse sin consecuencias. Visitantes han reportado desde náuseas hasta fallos tecnológicos al estar cerca. Y, a pesar del encierro, algunos afirman haberla visto moverse dentro de su caja.
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1. El origen del mito: Hartford, 1970
Todo comenzó cuando una madre compró una muñeca de trapo Raggedy Ann como regalo para su hija Donna, quien compartía departamento con su compañera Angie. Poco después de la llegada del juguete, comenzaron a notar comportamientos extraños: la muñeca aparecía en diferentes posiciones y lugares sin que nadie la moviera.
Lo más inquietante llegó cuando comenzaron a encontrar notas escritas en papel pergamino un tipo de papel que no tenían en casa con mensajes como "Ayúdanos". A través de una sesión espiritista, descubrieron que supuestamente el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins habitaba la muñeca. Sin embargo, Ed y Lorraine Warren concluyeron que no se trataba de un espíritu infantil, sino de una entidad demoníaca con intenciones más oscuras.
2. El motociclista burlón y su trágico destino
Uno de los casos más citados es el de un joven que visitó el Museo del Ocultismo con su novia. Durante la visita, el chico se burló abiertamente de Annabelle y golpeó la vitrina en la que estaba encerrada, exigiendo una señal de que era real. Ed Warren lo reprendió y le pidió que se marchara.
Horas más tarde, el joven perdió la vida en un accidente de motocicleta. Su novia sobrevivió y declaró que ambos estaban riéndose de la muñeca justo antes del incidente, el caso se volvió una advertencia sobre los peligros de subestimar fuerzas desconocidas.
3. El sacerdote escéptico y el accidente
Entre los relatos cercanos a la muñeca, se habla del de un sacerdote católico que visitó el museo y desestimó el poder de Annabelle, llamándola simplemente “una muñeca de trapo”, a lo que Lorraine Warren lo exhortó a no burlarse, advirtiendo que la entidad que habitaba la muñeca era vengativa.
Esa misma tarde, el sacerdote sufrió un grave accidente automovilístico. Aunque sobrevivió, afirmó haber visto la figura de Annabelle reflejada en el espejo retrovisor justo antes del choque, lo cual dejó una marca indeleble en su fe y su percepción del mal.
4. Efectos físicos en los visitantes
Numerosos visitantes del museo de los Warren han reportado reacciones físicas y fenómenos extraños tras estar cerca de Annabelle. Desde náuseas, mareos y pesadillas, hasta fallas en dispositivos electrónicos y marcas inexplicables en la piel, como moretones y rasguños.
A raíz de estos reportes, los Warren mandaron construir una vitrina especial, sellada con oraciones en latín y bendecida por un sacerdote. Aun así, algunos afirman que Annabelle sigue moviéndose dentro de su caja o que cambia sutilmente de expresión.
5. Rumores recientes y la muerte de Dan Rivera
En julio de 2025, el mito de Annabelle resurgió tras la repentina muerte de Dan Rivera, investigador paranormal que se encontraba de gira con la muñeca, quien fue hallado sin vida en su hotel en Gettysburg, sin señales de violencia.
Días antes, circularon rumores en redes sobre una supuesta desaparición de la muñeca, e incluso se le vinculó con una serie de sucesos desafortunados, como un incendio en Luisiana y una fuga carcelaria. Sin embargo, Tony Spera, cuñado de los Warren y actual custodio de Annabelle desmintió dichas versiones, asegurando que la muñeca nunca salió de su contenedor especial.