Aunque muchos artistas sueñan con tener sus canciones en rotación constante, Aleks Syntek vivió el otro lado de la fama, uno donde su propia voz comenzó a incomodarlo. En una entrevista reciente, el cantante abrió su corazón y reveló que llegó a sentirse avergonzado de lo mucho que sonaban sus temas en la radio y sí, las redes sociales reaccionaron con todo.
El músico, conocido por hits como Duele el amor, compartió que durante el pico de su carrera sus canciones eran tan frecuentes en la radio que él mismo pedía un descanso.
Llegó un momento en que me daba pena, a mí, en lo personal, que sonara tantas veces en el radio, decía: ‘Que vergüenza, ya toquen otra cosa’.
Aunque puede parecer una queja extraña viniendo de alguien tan exitoso, Syntek explicó que el exceso de exposición terminó jugándole en contra, incluso con sus propios colegas.
Te ganas hasta un poco la enemistad de tus colegas, que dicen ‘ya, cabr…, que te dejen de tocar’.
Las declaraciones no tardaron en llegar a redes sociales, donde las reacciones fueron bastante mixtas. Algunos usuarios se burlaron de sus palabras y le recordaron antiguas polémicas, como cuando fue criticado por comentarios sobre el reguetón o por su postura sobre ciertos temas sociales. Otros, en cambio, le dieron la razón y mencionaron que en su momento hubo una verdadera saturación de sus canciones en medios, al punto que muchos ya no lo disfrutaban.
Pero también hubo quienes salieron a defenderlo, asegurando que lo que dijo no fue por egocentrismo, sino como una reflexión honesta sobre lo abrumador que puede llegar a ser el éxito. Además, reconocieron que, aunque ahora muchos lo critiquen, Syntek formó parte fundamental del pop mexicano de los 2000 y su música marcó a más de una generación.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que Aleks da declaraciones que dividen opiniones. A lo largo de los años ha demostrado no tener miedo de decir lo que piensa, incluso si eso le cuesta algunas críticas en el camino. Y esta vez no fue la excepción.
Con todo, queda claro que esa época de oro lo dejó marcado tanto, que hasta él mismo terminó cansado de sí. Y aunque no todos entendieron su comentario, sí volvió a ponerlo en boca de todos.