A sus 72 años, Verónica Castro no solo sigue siendo un referente de la televisión en México, también es una madre que, tras décadas de trabajo y éxito, ha decidido hablar desde la sinceridad. En una reciente entrevista con Rocío Sánchez Azuara, la actriz y conductora compartió uno de sus deseos más íntimos: pasar sus últimos días al lado de su hijo, el cantante Cristian Castro.
Durante la charla, Castro abordó distintos momentos de su vida personal y profesional, pero fue la maternidad lo que marcó el tono más emotivo. Afirmó que se siente profundamente orgullosa de lo que su hijo ha logrado por sí mismo, sin depender de su apellido ni de su fama.
Nunca le digo nada bonito en los programas. Pero ya le dije que lo admiro, lo quiero, lo respeto. Lo ha hecho solo. Yo no le decía ‘levántate temprano, ve al estudio’. No. Él lo hizo.
Cristian, fiel a su estilo bromista, respondió con un comentario que no se escuchó al aire pero sí fue mencionado por su madre: le pidió que hablara de “temas verdaderamente importantes”, como el deseo que ambos ya habían discutido en privado. Verónica, entre risas, soltó su verdad.
“Mi único deseo es pasar los últimos días de mi vida con él. Es quien le da color y alegría a mi casa. Siempre llega con sus ocurrencias, con sus canciones nuevas. Llena el lugar de vida”, dijo, visiblemente emocionada, mientras se limpiaba las lágrimas.
La actriz recordó también cómo su camino no fue fácil. Creció en una familia separada, junto a su madre, quien trabajó como secretaria en la UNAM, y sus hermanos. Su incursión en el espectáculo parecía inevitable: desde niña mostró inclinación artística, y sus raíces familiares estaban marcadas por figuras del medio, como su tío Fernando Soto “Mantequilla”.
Hoy, con una carrera consolidada en la actuación, la conducción y la música, Verónica Castro se permite hablar desde la vulnerabilidad. Más allá de premios y reconocimientos —incluido un Emmy honorífico—, su voz resuena más fuerte cuando habla desde el amor maternal.
Él me alegra los días. Es travieso, me hace reír. No pido más.